viernes, 4 de marzo de 2011

2011-23. "La Habitación", de Emma Donoghue

Una historia "inquiémoda"

Título: "La Habitación"

Título original: "Room".

Autora: Emma Donoghue.

Editorial: Alfaguara.

Año: 2010.

Páginas: 381.

Género: Narrativa contemporánea.

Frase promocional: "Una obra de arte completamente original... Una novela poderosa, de una belleza oscura y sumamente reveladora." - Michael Cunningham, autor de "Las Horas".

Sinopsis.
Para Jack, un niño de cinco años, la Habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende. Por la noche, Mamá lo pone a dormir en el Armario, por si viene el Viejo Nick… Para su madre, la Habitación es el cubículo donde lleva siete años encerrada. Con gran tesón e ingenio, ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Pero la curiosidad de uno crece a la par que la desesperación de la otra. Sólo queda urdir la huida, un plan más arriesgado de lo que ambos puedan imaginar.

Puntuación: 3,5/5

"Inquiémoda":
de inquietante e incómoda. Un sandwich de palabras como esos a los que Jack y Mamá son tan aficionados. Por ejemplo, "asustiente": lo que uno siente cuando se ve obligado a enfrenterse al mundo, unas veces más asustado que valiente, otras más valiente que asustado... sobre todo si has pasado los primeros cinco años de tu vida creyendo que el mundo es la Habitación y el Exterior es sólo Tele y no existe realmente.

Una incomodidad que prevalece sobre la inquietud, en una historia que resulta mucho menos claustrofóbica de lo que el argumento hace pensar en un primer momento, y quizá también menos oscura, acaso porque la suya es una oscuridad real que nace de la simple contemplación de la naturaleza humana, pero amortiguada por la inocencia de la mirada de un niño. Y no de uno cualquiera, sino de uno ciertamente peculiar donde los haya: Jack, que en la primera página cumple cinco años, pero que es un niño de cinco años atípico, capaz de desplegar una comprensión desconcertante en su manejo de vocabulario complejo, pero que en muchos aspectos es también un bebé grande por su escaso conocimiento y experiencia del mundo.

La historia está narrada por completo en primera persona desde su punto de vista, lo cual da una visión original, incluso bella según determinados estándares, de un tema duro como lo es el del secuestro, cautiverio y esclavitud con fines sexuales, el cual se trata sin necesidad de entrar en los aspectos más truculentos o desagradables (algo que ya se ha hecho más de una vez en la novela negra) e incidiendo mucho más, por el contrario, en la vertiente psicológica y emocional.

Pero "La Habitación" no tiene como único escenario la susodicha Habitación. Afortunadamente, cabría decir, tanto para el lector como para los propios personajes; pues, en efecto, hay una evasión y una vuelta al mundo, al cual Jack y Mamá se enfrentan de modo bien distinto. Lo que pone de manifiesto, entre otras cosas, lo devastador de las secuelas psicólogicas en este tipo de casos, la dificultad de recuperar vidas pasadas y, por encima de todo, y en una nota de esperanza, la capacidad de adaptación del ser humano, especialmente en sus primeros años de vida.

¿Dónde reside, pues, la fuente de incomodidad? En más aspectos de los que puedan enumerarse. Y, sin embargo, resulta evidente la capacidad de la autora para hacer patente la hipocresía del ser humano, incluso del propio lector. Que entendamos el egoísmo de Mamá y en ocasiones lo compartamos es algo que puede decir más bien poco a nuestro favor... en el mío, en todo caso; pero es que no soy gran fan de los niños de cinco años, por más que entienda perfectamente (porque empatía sí que me sobra) los conflictos emocionales de Jack y su consecuente proceder. La forma en que ambos protagonistas viven el interés mediático y el fanático proceder de la gente ante su situación remueve conciencias, porque nadie puede negar su interés ante experiencias como las vividas por ellos, por más que dicho interés pueda revestir distintos aspectos y alcanzar diferentes grados.

Hasta lo más banal puede convertirse en la mayor fuente de incomodidad. Reconozco que la costumbre de Jack de tomar leche del pecho de su madre, levantándole la camiseta para ello en cualquier momento y lugar, su insistencia y sus continuas declaraciones acerca de su preferida, la izquierda, por ser más cremosa, me producen un sentimiento difícil de definir pero bastante parecido al rechazo. Algo tal vez no del todo inesperado, sino puede que incluso buscado por la autora, perfectamente consciente de la fuerza de las convenciones sociales, como pone de manifiesto la certera pregunta de Mamá en la página 279: "De toda esta historia, ¿ése es el detalle asombroso?"

Buena escena para resumir una historia y las sensaciones que ésta provoca...

Los libros de la Habitación.

La forma en que viven Jack y Mamá en su pequeño mundo, con sus juegos, sus ejercicios, sus comidas a las horas fijadas, por dar una apariencia de normalidad (tanto de normal, como de norma); la Tele, la Bañera; el "Gusto del Domingo", el que lo mismo se puede traducir en chocolatinas que en ropa... Todo ello dan una visión de la forma de vida de los dos protagonistas que, a simple vista, y por ser ésta la mirada inocente de un niño, parece mucho menos terrible de lo que es en realidad.

Un "Gusto del Domingo" que a veces se materializa en forma de libro. Diez hay en la Estantería, cinco para Jack, con dibujos, incluyendo "Alicia en el País de las Maravillas", y cinco para Mamá, sin dibujos:

- "La Cabaña"
- "Crepúsculo"
- "El Guardián"
- "Amor Agridulce"
- "El Código Da Vinci"

Parece que el Viejo Nick no era un gran lector. Me lo puedo imaginar pefectamente yendo a una librería, o más probablemente a la sección correspondiente de unos grandes almacenes, y comprando el best-seller del momento: porque si lo es, por algo será, ¿no? La sola idea de tener sólo cinco libros que leer durante años, y que encima uno de ellos sea "El Código Da Vinci", eso sí que tiene visos de auténtica tortura...

Por cierto que, en cuanto al resto, y dejando a un lado "Crepúsculo", que creo que a estas alturas todo el mundo sabe de qué estamos hablando, diría que "Amor Agridulce" es una infumable novela rosa al estilo 'Jazmín' y 'Harlequín'; "El Guardián" debe de ser la novela de Nicholas Sparks, en su línea efectista en lo sentimental (aunque también podría ser el libro de Jeffrey Konvitz, una historia de terror comparada por algunos con "El Exorcista", y que es la secuela de su más conocida "El Centinela"... que en realidad yo no conozco, escrita en 1974 y llevada al cine en el 77).

"La Cabaña", por su parte, parece ser un best-seller más reciente que dio lugar a verdaderas polémicas por su temática religiosa. Obra de W. Paul Young, que en un principio escribió esta historia para sus amigos y sus seis hijos, y autofinanció la edición, la historia se inicia con una agradable excursión familiar que se transforma en tragedia cuando Missy, la hija pequeña de Mack, desaparece. Ante la evidencia del asesinato de la niña, el padre reaccionará rebelándose frente a Dios, ante lo que considera una radical injusticia. Transcurridos tres años, Mack recibe una extraña carta, firmada por Dios, que le conmina a reunirse con él en la cabaña donde la niña murió. A pesar de lo aparentemente absurdo de la situación, acude a la cita y tiene un peculiar encuentro con un hombre y dos mujeres, personificaciones de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. Tras permanecer un tiempo en su compañía y exponer su indignación y sus dudas, la reflexión de Mack acerca de lo ocurrido cambia por completo...

Evidentemente, no puedo opinar con conocimiento de causa puesto que no he leído esta novela; y, aunque a veces no lo parezca por mis palabras, lo cierto es que considero que todos los escritores merecen un cierto grado de respeto, en principio, por el esfuerzo con independencia del resultado... Y, aún así, creo que semejante añadido a la lista no contribuye demasiado a aligerar la tortura de semejante selección literaria. ¡Pobre Mamá!

Una duda ¿ridícula?
La mía durante buena parte de esta historia, especialmente cuando la protagonista se dedica a elucubrar posibles planes de huída; e influida, probablemente, por la lectura anterior ("Sé Lo Que Estás Pensando"), donde la lógica era tan importante a la hora de encontrar respuestas, siempre con la teoría de la navaja de Occam en mente: "la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja".

Ahí va la pregunta, pues: ¿por qué Jack y Mamá no se limitaron a probar todas las combinaciones posibles como contraseña en el teclado de la puerta, puesto que el que lo hicieran no hacía saltar ningún tipo de aviso o alarma? Pues tal cosa se deduce del hecho de que el niño jugase a menudo de tal forma... Con tanto tiempo como tenían ellos allí encerrados en la Habitación, no parece tarea tan ardua, por más que hubiesen de empezar con el 1,2,3... y seguir hasta cifras de cinco, seis o siete dígitos.

Pero, como soy racional, yo misma me contesto a la pregunta: porque el Viejo Nick cambiaba la contraseña periódicamente. O eso supongo, porque en realidad sobre esta hipótesis nada dice la autora para mi fastidio...

Otras obras de la autora.

Emma Donoghue, autora dublinesa que en la actualidad reside en Canadá, ha escrito novelas contemporáneas e históricas, entre las que se cuenta 'Slammerkin' (2000), ambientada en el Londres del siglo XVIII pero no disponible en castellano, que cosechó un notable éxito de ventas; también libros de relatos y estudios históricos. Sus obras han recibido numerosos premios y han sido elogiadas por la crítica. En España tiene otras dos novelas publicadas por 'Egalés', editorial dedicada a la temática gay y lesbiana: "Un Buen Salteado" y "Tocando Tierra". Por cierto que nunca me había parado a pensar demasiado en la existencia de editoriales especializadas de este tipo; será porque, para mí, si la historia es buena ni el enfoque ni la orientación sexual de sus protagonistas tiene la menor importancia.

* En "Un Buen Salteado" (2003) Maria (sin acento, de forma que rima con paria) llega a Dublín desde su pueblo natal para ir a la universidad, cargada con una buena dosis de ingenuidad y agudeza. Tras encontrar una habitación en un piso compartido con Ruth y Jael, dos estudiantes maduras, se prepara para enfrentarse a las vicisitudes de la vida de estudiante. Ruth y Jael mantienen una relación más compleja e íntima de lo que ella se imagina, y cuantas más cosas descubre, más obligada se ve a madurar... Un estudio clásico del descubrimiento de la identidad lésbica y el mundo adulto.

* “Tocando Tierra” (2010) es una comedia romántica que explora los placeres y los disgustos de las relaciones a larga distancia… que tanta gente hoy en día mantiene a través del teléfono, de internet o convirtiéndose en pasajeros frecuentes. Síle es una urbanita dublinesa. Auxiliar de vuelo que acaba de entrar en la cuarentena, siente cierto desasosiego tanto en su vida profesional como en su vida doméstica. Jude es una canadiense de veinticinco años que dirige un pequeño museo y que se siente tozudamente apegada a su pueblecito Irlanda, en Ontario, donde nació y se crió. En el primer vuelo de Jude, sus dos mundos se tocan y se entrelazan en el aeropuerto de Heathrow. En el curso del año siguiente, sus vidas (llenas de mujeres, compromisos y complicaciones) entrarán en una nueva órbita de inestabilidades. Esta historia explora cuestiones tradicionales: ¿Importa más el lugar en el que vives que con quién compartes la vida? ¿Qué serías capaz de sacrificar por amor? ¿Sería una estupidez hacerlo?


Te gustará si te gusta...
Las historias narradas desde el punto de vista de un niño; y si no eres un alma excesivamente sensible porque, repito, ésta es una historia incómoda.

De hecho, hay algo en el estilo narrativo y en esa incomodidad que a mí me recuerda vagamente a "Pigtopía" de Kitty Fitzgerald, si bien este es un libro que a mí me gustó más bien poco, probablemente por la fealdad del mundo que retrata, pero que ha sido descrito como una hermosa historia de adolescentes. Protagonizada también por un Jack, en este caso un muchacho introvertido que sufre una deformidad de nacimiento y que sólo se siente feliz y respaldado en compañía de sus cerdos. Cuando Jack conozca a la joven Holly nacerá una entrañable relación entre ellos: desde su marginación y su soledad, ambos observarán el cruel mundo de los adultos, la hipocresía de sus acciones, y se verán impulsados a un sorprendente desenlace.

Ciertamente se le aplica la palabra del día: "inquiémoda".


Otras visiones infantiles.

Los niños son, a menudo, personajes propicios cuando se trata de abordar temas difíciles, pues su mirada inocente confiere una nueva perspectiva de la realidad. Muchas son las obras protagonizadas, pues, por niños de todas las edades, por más que el enfoque pueda variar mucho de unas a otras. Tantas, en realidad, que resultaría difícil hacer una lista; pero, como siempre, hay van unos botones...


* En "Matar A Un Ruiseñor", Harper Lee alterna la voz de Scout Finch, la niña de seis años, con la de su versión adulta para ofrecer dos versiones de un mismo acontecimiento: la inocente y la de la experiencia. Ambientada en un pequeño pueblo ficticio rural del sur durante la época de la Gran Depresión, narra el caso de un abogado, el padre de la narradora, que defiende a un negro en un juicio, en tiempos de extrema tensión racial y discriminación en los Estados Unidos. Una obra maestra de la literatura que trata sobre temas serios como la violación y la desigualdad racial, pero que también es alabada por su calidez y humor. Atticus Finch (Gregory Peck en la gran pantalla) ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados. Y yo sigo teniéndola en mi lista de lecturas pendientes: ¿cómo es posible que no tengan una copia de este libro en la biblioteca?

* "El Niño con el Pijama de Rayas", de John Boyne está narrado desde la inocente óptica de Bruno, el hijo de nueve años de un oficial de la Schutzstaffel nazi que se muda junto a su familia a un lugar llamado "Auchviz" (en la versión original en inglés Out-With), que no es sino el campo de exterminio de Auschwitz. Bruno traba amistad con un niño judío llamado Shmuel que vive al otro lado de una verja y que, como otras personas en ese lugar, viste un "pijama de rayas". Una historia sobre otro tema incómodo donde los haya, el Holocausto, no siempre fácil de explicar a un niño; lo que hace que algunos especialistas hayan dudado de la conveniencia de este libro para los lectores más jóvenes por su terrible trasfondo, a pesar de su apariencia de literatura infantil.

* "La Decisión Más Difícil", de Jodie Picoult aborda la temática de la concepción de 'niños a la carta' como posible cura para las enfermedades de sus hermanos mayores; una novela provocadora que pone el dedo en la llaga de cuestiones éticas fundamentales. La protagonista, Anna, es una niña de trece años que ha pasado por incontables operaciones, pruebas y transfusiones para que su hermana mayor, Kate, sobreviva a la leucemia que le diagnosticaron a los dos años. A Anna la seleccionaron genéticamente para ser la perfecta donante y ésta ha sido su vida desde que nació. Como la mayoría de los adolescentes, Anna está comenzando a plantearse quien es realmente. Pero a diferencia de los demás, a ella siempre le han definido en función de Kate. Y aunque nunca se ha enfrentado al papel que la ha tocado representar en la vida, ahora ha tomado una decisión que, para la mayoría, no sería ni siquiera planteable, una decisión que desgarrará a su familia y que puede tener consecuencias fatales para su hermana, una hermana a la que quiere... Un poco sensiblera por momentos, pero lectura recomendable en todo caso.
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Proximamente: "El Miguel Ángel Eléctrico", de Sarah Hall.

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