lunes, 13 de junio de 2011

2011-56: "Alera" de Cayla Kluver

La princesa está triste...


Título: "Alera"

Título original: "Allegiance"

Autora: Cayla Kluver.

Editorial: Roca.

Año: 2010 (2011 de la edición en español).

Páginas: 455.

Género: Juvenil fantástico/'JR'.

Frase promocional: "Por la autora de Legacy."


Sinopsis:

Ante la insistencia de su padre, la princesa Alera se ve obligada a casarse con el maléfico Steldor. Su boda la convierte en reina y, lo que es peor, a Steldor en rey. Alera sigue despreciando al hombre que le impusieron; de hecho, odia su situación, ya que sigue enamorada del misterioso Narian. Las cosas no podrían ser más complicadas: Narian es, oficialmente, un abierto enemigo suyo; el joven apoya al reino de Cokyria en la lucha que éste ha iniciado contra el reino de Alera. Una cruel guerra se ha desatado entre los dos pueblos y Alera tiene que sacar fuerzas para responder ante su gente, a pesar de que a menudo se siente impotente ante la difícil situación y su confuso corazón. Por suerte, Alera es una heroína inteligente, batalladora, dispuesta a luchar por sus convicciones. Con el tiempo les demostrará a todos que su fuerza interior puede, casi, con todo.


Puntuación: 4,5/5

...¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan
de su boca de fresa.

Pues sí: nuestra Alera no es precisamente la chica más feliz del mundo, a pesar de que, cumplidos los dieciochos años, está a punto de convertirse en Reina de Hytanica... aunque no precisamente en soberana del reino. Después de todo, en este mundo fantástico de corte medieval las mujeres tienen derecho a poco más que a gobernar sobre su propio hogar; siempre y cuando, claro está, lo hagan a gusto de sus maridos. Motivo por el cual, en última instancia, sufre nuestra protagonista, casada con Steldor, el apuesto hijo del capitán de la Guardia, para que éste pueda convertirse en el nuevo Rey según los deseos del anterior, el padre de la propia Alera. El problema, por supuesto, está en que la joven está enamorada del enigmático Narian, quien acaba de regresar a Cokyria, la ancestral némesis de Hytanica, y está a punto de convertirse en el peor de los enemigos posibles.

Vale, sí: básicamente, todo eso ya lo habíais podido deducir de la sinopsis; aún diría más: si habéis llegado hasta aquí, es más que probable que conozcáis ya perfectamente a Alera y sus tribulaciones, pues la novela que hoy nos ocupa no deja de ser una segunda parte, continuación de ese "Legacy" que sin duda muchos ya habréis tenido la suerte de llevaros a la boca.

Y, sí, digo suerte, porque en contra de lo que pudiera parecer por el cúmulo de tópicos que uno detecta a simple vista en esta historia de princesas, amores prohibidos, matrimonios de conveniencia e intrigas palaciegas, Cayla Kluver ha sabido construir una trama que entretiene en todo momento y mantiene vivo el interés de sus lectores, más allá del hecho incontestable de que ninguno de sus giros argumentales constituya una gran sorpresa dentro del esquema habitual de la fantasía épica de influencia medieval y protagonista femenina.

Y, sin embargo, es Alera un personaje que conquista por su sencillez, que no simplicidad: la joven noble (primero princesa, ahora ya reina) llamada a convertirse en líder de su pueblo que, sin embargo, no se nos presenta como la típica rebelde inconformista dispuesta a romper con todo tipo de convenciones sociales por una simple cuestión de principio. Antes al contrario, Alera es una chica responsable y muy consciente de sus deberes, dispuesta a anteponer el bien ajeno a los propios deseos, por más románticos que estos sean; una tradicionalista en muchos sentidos que, no obstante, no se muestra reacia a romper con determinadas costumbres si la ocasión así lo requiere, y no siempre por esos motivos egoistas relacionados con el amor que suelen ser frecuentes en esta clase de historias... aunque también.

Es precisamente la evolución del personaje central de esta trilogía lo que más destaca en esta segunda parte, en la que la joven reina será puesta a prueba de más de una forma, y su personalidad acabará por revelarse con toda su fuerza en la parte final de esta novela en la que, tal y como se anticipa desde el primer momento, por fin la guerra llega a Hytanica de manos del temido Gran Señor de Cokyria y con la inestimable ayuda de Narian, el chico misterioso y objeto de deseo de nuestra real narradora.

Y es aquí, justamente, donde yo tengo que ponerle un pero a la historia creada por Cayla Kluver... por más que tampoco sea un pero especialmente relevante, todo sea dicho, pues quién no me dice a mí que no sea esa la intención de la autora, precisamente. ¿Que de qué estoy hablando? Pues del personaje de Narian, ni más ni menos, y de la irresistible atracción romántica que Alera siente hacia él; que no es que no la entienda, tal y como se nos plantea en la primera novela de la trilogía: el joven apuesto y enigmático, de extrañas costumbres (incluyendo, por supuesto, un chocante respeto por la capacidad de las mujeres, que en Cokyria son las verdaderas dirigentes, además de guerreras competentes), atormentado pasado y futuro tan incierto como sus verdaderas intenciones o lealtad... la atracción de lo desconocido, en fin. Pero no puedo evitarlo: el personaje no acaba de captar mi interés convenientemente, me resulta bastante plano en muchos aspectos, acaso excesivamente prototípico; y, desde luego, tiene todas las de perder cuando se lo compara con Steldor, y su peculiar relación de amor-odio con Alera.

Cuando terminé de leer la primera parte de esta historia, "Legacy", tuve la impresión de que tal vez la autora estuviese jugando al despiste con los tópicos del triángulo amoroso; desde luego, lo que sí que tuve claro era que el nuevo marido de Alera y futuro rey era un personaje con infinitas posibilidades, y que escondía mucho más de lo que a simple vista pueda parecer detrás de esa extraordinaria fachada arrogante del que se sabe mejor que la mayoría y, en consecuencia, se muestra siempre seguro de sí mismo... o casi siempre. El claro antagonismo existente entre ambos consortes, un auténtico choque de voluntades que se convierte en un permanente tira y afloja a lo largo de esta segunda novela, es uno de los aspectos más entretenidos de ambas novelas, que llega a un desenlace no del todo inesperado, pero que, curiosamente, resulta tan poco satisfactorio para las que somos partidarias de Steldor, el gran descubrimiento de este "Alera", como deseado para las que están más a favor de la pareja Alera-Narian.

Un final, por cierto, que particularmente me hace preconcebir ciertas ideas sobre el tono que podría adoptar la tercera y última parte de la trilogía, especialmente en lo que se refiere al posible protagonismo de Narian en detrimento del de Steldor... aunque, por supuesto, siempre nos quedará Alera. Ideas que me llevan a pensar que tal vez esta segunda parte acabe por merecer el título de mi favorita dentro de la serie, pues en ella la autora da un giro hacia la aventura, merced a los nuevos aspectos bélicos presentes en el argumento, que ciertamente hace ganar muchos puntos a una historia que, en su primera parte, acaso se detenía demasiado en lo cotidiano y lo puerilmente romántico.

En cualquier caso, que nadie se vaya a hacer una idea equivocada, pues ya aquel "Legacy" me había gustado lo suficiente como para destacarlo de entre mis lecturas del año pasado, 2010. Aunque tal vez sea la propia autora, Cayla Kluver, la que merezca esa distinción de entre la masa, por esa habilidad suya para combinar el costumbrismo con la aventura; y es que esta chica es de las que construye sus historias sobre los pequeños detalles cotidianos y, lejos de caer en el apresuramiento propio de la juventud, se toma su tiempo para contar aquello que quiere contar.

Así pues, si eres de los que disfruta conociendo a los personajes en su día a día y te deleitas con las pequeñas ceremonias palaciegas (acaso porque evocan esa sensación de fascinación de tus primeras fantasías épicas), Kluver es tu escritora. Tal vez aún le falte desarrollo, especialmente en lo que a estilo narrativo se refiere, pero no se puede negar su habilidad para construir argumentos que, por más que se inspiren en lo tópico y no encierren grandes sorpresas, demuestran lo sólido de su concepción de la historia en la suavidad de su evolución, en la que todas las piezas parecen encajar a la perfección sin el menor problema y los giros argumentales se producen justo en el momento preciso para evitar caer en la monotonía.

En definitiva, creo que está más que claro que tengo una buena opinión tanto de la autora como de su obra, ya sea aquel "Legacy" que nos descubrió a Cayla o este "Alera" que nos la confirma, superando claramente a la anterior entrega. Porque nunca es mal momento para recuperar los tradicionales y sencillos cuentos de princesas.


Palabras de una reina

Pero no de Alera, sino de su madre. Curioso lo certero de sus pensamientos, no sólo en términos generales, sino por lo mucho que anticipa sobre la evolución del personaje central de la historia a lo largo de esta segunda parte de la trilogía; que, por cierto, aprovechando la coyuntura y como puede que ya os hayáis fijado, en su versión original se titula 'Allegiance': LEALTAD.

* "La tragedia le llega a todo el mundo en un momento u otro de la vida; lo que distingue a las personas es cómo la manejan." (Pág. 168).


Motivos del gran tapiz

* La mancha de sangre. (Pág. 146).

* El gatito. (Pág. 166).

* Un rey y una ventana. (Pág. 243).

* Pólvora medicinal. (Pág. 329).


La autora y su obra

En general, no me considero nada mitómana: para mí, las palabras, las opiniones de una persona no valen más (o menos) por el mero hecho de que sea famosa (sin entrar en el motivo de tal celebridad que, hoy en día, puede deberse a las causas más peregrinas), y un autógrafo no deja de ser un simple garabato en un trozo de papel. Sin embargo, tengo que decir que admiro a Cayla Kluver, acaso porque es una de esas afortunadas que pueden vivir el sueño; aunque, sobre todo, porque ha llegado a tal esatado de gracia a base de esfuerzo, empeño, talento e, inevitablemente, una pizquita de merecida suerte. Claro que reconozco que, si no fuera por su juventud, es posible que no encontrase su caso tan destacable.

En efecto, y es posible que ahora entendáis mejor algunos de mis comentarios previos sobre la premura de los jóvenes o la falta de desarrollo de esta autora (aunque ya quisieran otros, supuestamente más experimentados, pues la edad no es mi mucho menos lo que hace un buen escritor), Cayla Kluver terminó el primer borrador de "Legacy", su primera novela, cuando tenía catorce años. Tras el editing que le hizo su madre, trató de dar con un agente que le representara, pero su edad y falta de experiencia hizo que nadie se animara a mover la novela, así que madre e hija decidieron autoeditarse. No tardaron en llegar las críticas positivas y los premios, como el Reader Views Literary Award o la medalla de bronce del premio Moonbean de literatura juvenil. Fue, además, finalista de los National Best Book Awards 2008.

En enero de 2009, al poco de haber acabado de escribir la segunda parte de "Legacy", este "Alera" ('Allegiance') que hoy nos ocupa, Cayla recibió una llamada de los representantes de Amazon proponiéndole encabezar el proyecto AmazonEncore, la nueva división editorial de la conocida compañía. Kluver es una autora con una carrera incipiente y futuro muy prometedor, por su talento, juventud y belleza y que, con sólo dieciocho años, se encuentra escribiendo la que será su tercera novela y cierre de esta brillante trilogía: "Redención", aunque en inglés se hace referencia a ella tanto con el título de 'Redemption' como con el alternativo de 'Sacrifice'.

La fecha aproximada de lanzamiento de esta nueva obra será noviembre de 2012, al menos en Estados Unidos, donde las dos primeras novelas serán reeditada a partir de este próximo julio por Harlequin Teen, la nueva línea editorial de esta mítica y romántica casa dirigida a jóvenes lectoras, y sin duda una exitosa apuesta en el país por la aquí denominada literatura 'JR'. Aunque, por desgracia, nada se puede adelantar de momento de la conclusión de la trilogía, puesto que la autora aún se encuentra inmersa en el proceso de escritura.

Así pues, quien quiera conocer a Cayla a través de su escritura verá bastante limitadas, a día de hoy, sus opciones: "Legacy" y este "Alera" son sus únicas cartas de presentación en nuestro país... y en cualquier otro. Aunque eso no es del todo exacto, pues uno siempre puede llegar a conocer mejor a esta joven escritora y su imaginario a través de las nuevas tecnologías, visitando su página web http://www.caylakluver.com/.

La mayor virtud de esta web se encuentra en el hecho de que, lejos de ser la típica página de promoción de un autor, en el que se incluyen impersonales datos biográficos, reseñas de sus obras y algún comentario más personal sobre sus proyectos, en realidad se trata de un blog en toda regla, en el que la autora se nos muestra como toda una chica de su tiempo y de su edad, y una verdadera amante de la literatura. Así, en el mismo podemos encontrar desde divertidas anécdotas sobre su vida diaria (como ésa sobre el día en que Cayla y su hermana pequeña se quedaron encerradas fuera de casa sin llaves), simpáticas entrevistas imaginarias con personajes como el Conejo de Pascua o el mismísimo Steldor, o reseñas de algunas de sus lecturas recientes, así como la sección 'Need2Read', en la que la autora nos invita a participar de una propuesta que consiste en listar aquellos libros que consideras imprescindible leer en el futuro. Por cierto, que ahora mismo Cayla está leyendo "La Canción de Kali" de Dan Simmons que, como ya he dicho en alguna ocasión, sin ser de mis favoritos del autor incluye una de las escenas que más me ha impactado en toda mi (larga) historia como lectora: sí, sí, la del bebé en el aeropuerto...

También a través de su blog podemos conocer curiosas e interesantes iniciativas como el sitio 'Dear Teen Me', en el que distintos profesionales del mundo literario (fundamentalmente, escritoras, aunque también editoras... y hablo en femenino porque la mayoría son mujeres, aunque no exclusivamente) escriben cartas dirigidas tanto a su propio yo adolescente como a los adolescentes de hoy en día, especialmente a aquellos con tendencia a sentirse freaks o marginados (que, sin duda, es algo que en Estados Unidos, un país en el que las etiquetas están a la orden del día, sucede muy a menudo), incluyendo en las mismas reflexiones de todo tipo, tan certeras como en ocasiones hilarantes.

Y como en estos casos nada mejor que un ejemplo, aquí os dejo una traducción de la aportación de la propia Cayla a esta original web: la forma perfecta, al mismo tiempo, de conocer mejor a la persona que se oculta detrás de los libros.

"Querida Cayla adolescente,

En realidad, todavía no soy una adulta. Tengo un trabajo y pago impuestos, pero todavía creo, igual que tú, que una persona no se convierte en adulta hasta que lleva zapatos dentro de casa. En cualquier caso, soy mayor que tú, así que vas a callarte y escucharme porque tengo algunos spoilers para tí.

Primero, tu cuelgue con 'Baby J' no va a ninguna parte, y eso es bueno, porque no tenéis nada en común y, de hecho, es un tanto misógino. Así que deja de odiar en secreto a su novia, a la que has apodado 'K, la estúpida'. Todo ese silencioso echar chispas no tiene sentido, aunque sirva para llenar las interminables horas que tienes que pasar en esa casa de los horrores que llaman instituto, así que, pensándolo bien, haz lo que quieras.

En segundo lugar, 'LOL' no significa 'una montaña de amor' (lots of love). Significa 'riéndose a carcajadas' (laugh out loud). Así que cuando alguien te manda un mensaje de texto que dice 'Mi gato ha muerto', no respondas 'LOL'.

Tercero, puedes dejar de preocuparte por haber perdido tus habilidades sociales. Ahora mismo, eres incapaz de establecer contacto visual con nadie, no digamos ya escupir una sola palabra inteligente. Pero volverá, e incluso llegarás a hacer entrevistas en la televisión y la radio sin ningún problema.

Tal y como están las cosas, imaginas que la gente te ve como a esa vecinita de al lado de ojos saltones, enfermizamente dulce, porque eres tímida y mona. Poco se imaginan ellos lo que sucede dentro de tu cabeza. Estás perpetuamente cabreada y asustada. Estás cabreada porque tienes la regla cada mes y tienes la sensación de que las demás chicas conocen la forma perfecta de tratar con el asunto y no quieren compartir el secreto contigo. Lo mismo sucede con lo de afeitarse las piernas (que no es exactamente tu prioridad mientras tratas de escribir el mejor guión del mundo sobre los Beatles, pero te cabrea que tus piernas no reluzcan mágicamente como las de Kelsey). Estás asustada porque te sientes demasiado nerviosa e incómoda para hacer amigos en tu propio curso, así que cuentas con los conocidos de tu hermana, todos los cuales se van a graduar dentro de seis meses dejándote sola para enfrentarte a otros tres años de instituto.

En casa, le gritas a tu madre cada noche sobre cuanto la odias a ella, al instituto y al mundo, y tu madre te escucha porque te quiere. ¿Honestamente? No sabes porque gritas ni porque lloras tanto. También te escondes en tu armario y tienes ataques de pánico. Estás extremadamente harta y puedo decirte porque si realmente quieres saberlo: tus padres se separaron el año pasado y desde entonces no has vuelto a saber nada de tu padre. Olvidó tu treceavo cumpleaños. Te olvidó A TI tan fácilmente, y aún así estás decidida a hacer que tu madre también te dé por imposible.

Un trabajo duro, ¿verdad? Mira, ¿sabes cómo en toda tu vida has sido incapaz de ganarle una discusión a tu madre? Esta batalla tampoco la vas a ganar. No va a darte por imposible. Va a decirte una vez, y otra, y otra que te quiere y que nada podrá hacer que te abandone. Probablemente ya te lo haya dicho un millón de veces pero, en un interesante giro psicológico, lo has apartado de tu mente. Incluso en 2011, no la recordarás diciéndolo, a pesar de los fervorosos testimonios de testigos (tus hermanas).

En cualquier caso, aquí está la conclusión, pequeña yo: vas a escribir libros y hacer que se publiquen, justo como siempre has soñado. Vas a conocer a gente que desearías no haber conocido, y a perder a gente que nunca pensaste que perderías. Pero eso te va a hacer más fuerte (y te dará un montón de material para tus escritos). Va a ser horrible, va a ser milagroso y te va a revolver el estómago pero, al final, no lamentarás nada.

Sin embargo, estoy segurísima de que no lo repetiría.

Buena suerte.


La Cayla mayor."


El club de los jóvenes escritores

No, por supuesto que no es un club, ni existe una serie de reglas o requisitos que todos sus miembros hayan de cumplir forzosamente para entrar a formar parte del mismo. ¿O tal vez sí? Porque, desde luego, si algo tienen todos estos jóvenes en común es su edad (aproximada) y su profesión... y aunque en términos puramente de género (literario, que no de sexo) su afiliación puede variar, cierto es que existe una tendencia de los jóvenes a escribir para jóvenes, así como una cierta predilección por lo fantástico, o incluso lo romántico cuando de chicas se trata.

La explicación de tal fenómeno, a mi modo de ver, es sencilla: los adolescentes suelen escribir la clase de historias con las que ellos disfrutan, o aquello con lo que les gustaría encontrarse como lectores pero con lo que no siempre les resulta fácil dar. Por supuesto, entre el deso o la intención y su realización suele distar un trecho no precisamente pequeño y de ahí, precisamente, mi admiración por estos jóvenes escritores; pues, ya se sabe, una cosa es tener una imaginación desbordante y ser capaz de pergueñar fantásticas historias y giros argumentales (buenas ideas tenemos todos en algún momento) y otra ser capaces de plasmar esas ideas sobre el papel de forma coherente y con cierto estilo.

Dejando a un lado grandes nombres como el de Ana Frank con su hermoso diario, que aunque se lea como si fuese una novela, y por lo mismo ficción, para nada lo es (y probablemente de ahí su capacidad de impacto y su condición de clásico), aunque ciertamente pone de manifiesto una capacidad narrativa cuyo potencial a todos nos habría gustado ver desarrollarse más allá de los eternos catorce años de su autora; o el de Susan E. Hinton, que con dieciseis años escribió el no menos mítico "Rebeldes", del que ya hemos hablado con anterioridad en este blog (en la reseña sobre "La Criatura de la Noche" de Kate Thompson, si mal no recuerdo), lo cierto es que en los últimos tiempos detectó una cierta tendencia a que el surgimiento de nuevos autores prodigio, por llamarlos de alguna forma (que sin duda lo son), vaya asociado, en efecto, a novelas de género fantástico o similar índole.

* Pienso, por ejemplo, en el caso de "Los Ojos de un Rey", de Catherine Banner, que por su temática puede recordar bastante, todo sea dicho, a los libros de la propia Cayla Kluver: mundos fantásticos de corte medieval, ciertas dosis de magia, príncipes o princesas, guerras e intrigas palaciegas... aunque lo cierto es que, en su momento, y por más que las comparaciones sean odiosas, la escritura de Banner me pareció un poquito más infantil que la de Kluver (ambas tenían catorce años cuando empezaron a escribir sus novelas), por más que la trama esté bien construida y la historia tenga muchas posibilidades.

Una vez más la primera parte de una trilogía (la segunda parte, 'Voices in the Dark' no ha sido publicada en nuestro país, hasta donde yo sé, y la tercera está prevista para 2012 con el título de 'The Heart at War'), "Los Ojos de un Rey" nos sumerge en el país de Malonia, donde Lucien y sus tropas rebeldes han usurpado el trono, asesinando a sus reyes y destrozando, por la guerra, todo el país. El pueblo mantiene una secreta esperanza: que el príncipe se haya exiliado a algún lejano país, donde una profecía le mantiene a salvo, esperando su triunfal regreso. Leo es un aprendiz de soldado con poderes ocultos. Una noche encuentra un misterioso libro abandonado sobre la nieve, del que emana un extraño aura. Pronto, las páginas comienzan a completarse con relatos sobre Anna y Ryan de Inglaterra - un país sacado de un cuento de hadas para las gentes de Malonia. Cuando la tragedia se desate, Leo intentará salvarse a si mismo de las páginas del libro.

* Alexandra Adornetto escribió su primer libro, "El Ladrón de Sombras", con trece años, si bien poco es lo que yo puedo decir, sin haberla leido, de esta historia infantil, dirigida a lectores de nueve a once años principalmente, en la que Mili y Ernesto, dos amigos de la misma edad, son secuestrados en Villacana y recluidos en Casa Cebón. Pero no están solos en su encierro. Pronto descubrirán que el mago lord Aldor tiene secuestrados a todos los villacanenses y ha robado sus sombras. Los niños consiguen huir, con la ayuda de otros prisioneros, y tienen que sortear toda suerte de peligros con el fin de impedir que Aldor ejecute su perverso plan. Por cierto que, una vez más, estamos ante la primera parte de una trilogía, pero aunque ya ha sido completada no es posible encontrar los otros dos títulos traducidos en nuestro país.

De la que sí puedo hablar con conocimiento de causa, por el contrario, es de su primera novela dirigida a un público más adulto (lo suyo sería decir juvenil, aunque encuentro que el término anglosajón, 'Young Adult', es mucho más descriptivo y apropiado), que además me parece que viene mucho más al caso tanto por ese público al que se dirige como por su temática, pues es sin duda "Halo" un perfecto exponente de 'JR' para lectores adolescentes con toque fantástico o, mejor dicho, sobrenatural: al fin y al cabo, el mundo en el que se mueven sus personajes no deja de ser el tuyo, el mío, el nuestro. Escrito por la autora a los diecisiete, la novela es un claro ejemplo de ese nuevo subgénero que se puede considerar ya que forman las historias de amores imposibles entre ángeles, nefilim, o como se les quiera llamar, y humanos.

La llegada inesperada de los hermanos Church, Gabriel, Ivy y Bethany, supone un revuelo en la pequeña población de Venus Cove. Son extremadamente bellos, inteligentes y misteriosos. ¿De dónde vienen? ¿Dónde están sus padres y por qué sobresalen sea la que sea la actividad que emprenden? Los tres son en realidad ángeles con la misión de salvar al mundo de su inminente destrucción. Tienen instrucciones claras: no deben formar vínculos demasiado fuertes con ningún humano y deben esforzarse en ocultar sus cualidades sobrehumanas. Pero Beth, la más inexperta, rompe una de las reglas sagradas: se enamora de Xavier Woods, el chico más guapo del colegio e incluso llega a revelarle su secreto. Y será entonces cuando deba tomar una decisión definitiva: desafiar la voluntad del Cielo y entregarse a él completamente o no, además de enfrentarse a las fuerzas oscuras que pretenden tomar Venus Cove como primer paso para su plan de destruir a la humanidad. Ivy, Gabriel y Xavier deberán unir sus fuerzas para salvarla y utilizar sus poderes para hacer el bien para contrarrestar a las poderosas fuerzas de la oscuridad.

Y, sí, lo cierto es que esta novela es un buen cúmulo de tópicos en lo que a género 'JR' se refiere y, por lo mismo, bastante previsible y hasta cierto punto prescindible. Sin embargo, su lectura es fácil y amena, siempre y cuando seas de los que no busca acción frenética, pues Alexandra, igual que la propia Cayla, se toma su tiempo a la hora de contar su historia, deleitándose en los pequeños detalles. Y eso, que duda cabe, tiene su parte positiva y su parte negativa: pues si bien es cierto que en las historias de este tipo la anticipación supone el 75% del verdadero disfrute de la parte romántica, un exceso de almibarada felicidad antes de la catástrofe (inevitable) puede provocar verdaderos ataques de hipoglucemia. Por cierto: sí, otra primera parte, otra trilogía...

*A nivel nacional podemos destacar, ahora que estamos hablando en femenino, a Laura Gallego García, especialmente conocida a raíz del 'boom' de su trilogía 'Memorias de Idhún', una buena representación de lo que es el 'JR' fantástico que, sin embargo, vio la luz antes de la gran difusión que este género cosecharía a raíz del éxito no menos fulgurante de "Crepúsculo", por lo que puede considerarse como la verdadera precursora del mismo en nuestro país. De hecho, y si la memoria no me falla, la propia Laura fue una de las primeras y principales impulsoras del fenómeno Meyer a través de su página web, otro lugar interesante para visitar, por cierto.

Aunque es cierto que su obra no empezó a publicarse hasta los veintiuno, tal y como ella misma nos cuenta empezó a escribir a los once años:, cuando su amiga Miriam y ella decidieron escribir un libro de fantasía. Se llamaba "Zodiaccía, un Mundo Diferente", y trataba de una niña que viajaba a una isla mágica donde todo tenía que ver con los horóscopos. Tardaron tres años en acabarlo y salió una cosa muy larga, de casi trescientas páginas. Ese libro nunca se publicó, pero Laura ya sabía que quería ser escritora. Después de acabar el bachillerato entró en la Universidad de Valencia, a estudiar Filología Hispánica para ser, en un futuro, profesora de literatura. Seguía escribiendo, pero no publicaba nada. Hasta que escribió "Finis Mundi", que fue su primer libro publicado. Era el libro número ¡14! que escribía y no había publicado nada antes, así que no tenía ninguna esperanza cuando lo envió al Premio Barco de Vapor (hacía ya varios años que participaba, pero no había suerte)… ¡y resultó que ganó el Premio!

A partir de hay, lo demás ya es historia conocida. Laura Gallego es sin duda una de las autoras infantiles y juveniles más populares de nuestro país, contando en su haber con más de una treintena de obras publicadas a pesar de su juventud (va camino de los 34), con especial predilección por las historias de género fantástico o toque paranormal.

* También ellos son prodigio... como Anselm Audley, que empezó a escribir los libros de fantasía épica de su conocida serie 'Aquasilva' mientras estudiaba la secundaria, aunque cierto es que su primera novela no vería la luz hasta sus diecinueve años. Comparada en ocasiones con la mítica saga de Frank Herbert, 'Dune', el mundo creado por Audley es, precisamente, uno de los aspectos más destacables de su obra, cuya acción se ubica en el imaginario mundo acuático de Aquasilva, controlado por el Dominio, poder religioso dedicado a Ranthas, Dios del Fuego. Al Dominio se oponen variadas fuerzas. Uno de estos opositores es Cathan, hijo del conde de la ciudad de Lepidor. En un viaje a la importante ciudad de Taneth, sede del Dominio, descubre el fanatismo y el extremismo religiosos y decide luchar contra ellos. En su camino conoce a variados personajes y aprende magia gracias al "Exilio", una fuerza opositora de magos que viven ocultos...

El estilo de Anselm Audley es ameno y sus historias están llenas de aventura y, en conjunto, sus libros pueden considerárse como un buen ejemplo de fantasía épica contemporánea: ésa que, aún bebiendo de los clásicos y de los tópicos del género (historias de búsqueda y crecimiento personal) es capaz de ofrecer una nueva visión del mismo. No obstante, el chico anda un tanto desaparecido últimamente, y su última obra conocida es "Vespera", publicada en 2007 y primera parte de una nueva trilogía, ambientada también en su mágico mundo de Aquasilva, pero que se desarrolla cincuenta años después de los acontecimientos narrados en la trilogía original.

* Un caso parecido al de Audley es el de Christopher Paolini, quien también comenzó a escribir su conocido "Eragon" con quince años, aunque la obra no se publicaría hasta sus diecinueve, convirtiéndolo en un autor reconocido internacionalmente; como suele suceder, por otra parte, cuando uno escribe una novela "digna" de ser llevada a la gran pantalla, aunque, por supuesto, el huevo fue antes que la gallina, y si no hubiera sido por el éxito de la novela, es más que probable que tal cosa nunca hubiese sucedido. Del mismo modo, por otra parte, que el fracaso relativo en taquilla de la película condenó al resto de títulos de la trilogía a una mera existencia en papel, lo cual tampoco es que sea poco; aunque personalmente, y ya que estamos, tengo que reconocer que yo no he pasado de esa primera parte, pues aunque me pareció amena y de lectura fácil, lo cierto es que tampoco se destaca precisamente por su originalidad o carácter innovador. ¡Vamos! Que en muchos aspectos me sonó a cosa ya leida... unas cuantas veces.

Y, un poco como ocurría en el caso de Audley también, lo cierto es que Paolini está un tanto desaparecido últimamente, no habiendo publicado nada desde "Brisingr" (la tercera parte, por supuesto), si bien todo parece apuntar a que la trilogía está en proceso de convertirse en tetralogía, con la adición de 'Inheritance' en noviembre de este mismo año.

* Por supuesto, nuestro club no estaría completo sin que formase parte del mismo, al menos, un representante nacional en masculino. ¿Quién mejor que Javier Ruescas? Si bien es cierto que no publicó su primera novela, la primera parte de la trilogía de 'Los Cuentos de Bereth' hasta sus veintiuno, como el mismo nos cuenta en su página web:

"Comencé a escribir a la edad de 11 años. A los 15 empecé la que sería mi primera novela larga titulada Los protectores de Imeth. Aunque la idea rondaba en mi cabeza desde hacía mucho tiempo, no fue hasta que unos amigos de clase me retaron a escribir una novela, que me puse a ello. Dos años más tarde terminé El zafiro de Keftó, primera y por el momento única parte de esta trilogía. Tras la corrección a manos de mi madre, la envié a todas las editoriales que encontré sin obtener resultados. Pero, en Navidades de ese mismo año, mis padres me sorprendieron regalándome una versión del libro auto publicada."

Gran defensor y difusor de la literatura 'JR' en nuestro país, de él si que puede decirse sin el menor género de duda que fue el gran abanderado del fenómeno "Crepúsculo" a nivel nacional, dirigiendo la que es en la actualidad la mayor página web de España y Latinoamérica en español para fans de Meyer. Sin embargo, sobre su obra literaria no puedo opinar demasiado, puesto que aún no he tenido ocasión de echarle mano a esa mencionada primera parte de "Los Cuentos de Bereth"... alguien debería decirles a los responsables de adquisiciones de las bibliotecas que carece de sentido comprar una segunda parte sin poner a disposición del público la primera.


Te gustará si te gusta... "Legacy", por empezar por lo evidente, por más que tengo la impresión de que este "Alera" admitiría una lectura independiente sin demasiados problemas; claro que no es que eso sea precisamente lo más recomendable.

Cualquiera de los autores de nuestro previo club particular sería también una buena referencia, ya sea por motivos de estilo narrativo (Alexandra Adornetto) o por una mera cuestión de género o temática (Idhún de Laura Gallego, Javier Ruescas o Catherine Banner).

Del estilo de Cayla Kluver se dijo en su momento, a raíz de la publicación de "Legacy": "Tómese una coctelera. Introdúzcase una dosis de fantasía, dos gramos de aventura, una pizca de polvo de princesa y la elegancia de Jane Austen. El resultado es Legacy: una gran historia de amor y aventuras para chicas adolescentes". Y la verdad es que se trata de una descripción y referencias de lo más acertadas; pues aunque tengo que decir que no estoy muy de acuerdo con esa forma de vender determinadas historias, limitando su público por una mera cuestión de género, tampoco vamos a negar que hay determinados temas y estilos que resultan, en principio, más afines a lo femenino, especialmente cuando tales féminas son limitadas en su selección de géneros. O, dicho de otra forma, también la fantasía entiende de esta clase de distinciones...

* Así puede decirse que sucede, por ejemplo, con las obras de Kristin Cashore: de hecho, "Graceling" y "Fuego", de las que ya hemos hablado aquí con anterioridad y en relativa profundidad, son un buen referente para lectoras que hayan disfrutado con Cayla y Alera... y viceversa. Mundos fantásticos de inspiración medieval, un toque de magia, carismáticos personajes femeninos , intrigas y luchas cortesanas, muchas aventuras y, por supuesto, un sutil toque romántico que no llega a empalagar pero encandila.

* Algo parecido podría decirse de la obra de Mercedes Lackey, especialmente conocida por sus novelas ambientadas en el legendario mundo de Velgarth, en el país de Valdemar, caracterizadas por su mezcla de magia y política y la interacción de personajes humanos con otros que no lo son. Verbi gratia, los famosos Ccompañeros de los heraldos de la trilogía 'Los Heraldos de Valdemar' (valga la redundancia).

En la primera parte de la misma, "Las Flechas de la Reina", Talia, una joven fugitiva, es escogida por el Compañero Rolan, un caballo mágico dotado de poderes extraordinarios, y se convierte en estudiante de la guardia de elite de la reina. Talia posee ciertas aptitudes de la mente que solo un Compañero como Rolan es capaz de percibir. Mientras tanto, en Valdemar se está fraguando una traición diabólica capaz de destruir a la soberana. Enfrentada a enemigos desconocidos que no dudan en emplear la magia y el asesinato, la reina debe recurrir a Talia y a los heraldos para proteger el reino y garantizar el trono a su heredera, una niña que corre el peligro de caer bajo el dominio de sus adversarios.

La historia empieza bien, pero mejora en las sucesivas segunda y tercera partes, configurando una trama de lectura casi adictiva, un tanto tópica pero siempre entretenida y que combina a la perfección todos los elementos recurrentes del género: magia, aventuras, amor, amistad, traiciones, política...

* Y, aunque tal vez en principio no tenga demasiado que ver con todo lo anterior, me gustaría terminar esta reseña haciendo referencia, acaso por ciertas analogías en ambientación o en las sensaciones evocadas por su lectura, al "Titus Groan" de Mervyn Peake. Lord Groan, que ha enloquecido definitivamente y cree estar metamorfoseándose en búho; su esposa, la obesa Lady Gertrude, que convive con centenares de pájaros, algunos de los cuales residen entre sus cabellos; el pequeño Titus, el heredero de ojos violeta; Soardust, el anciano maestro de ceremonias que tiraniza a los trágicos aristócratas. Y Steerpike, el joven cocinero, héroe y villano que confabula para destruir a la familia y conquistar el poder. Este elenco de excéntricos personajes circula por los oscuros corredores del colosal castillo de Gormenghast, tan laberíntico e inabarcable, violento y sofisticado como el universo literario de Peake. Las vívidas imágenes, las pinceladas poéticas y el humor hacen de "Titus Groan", la primera entrega de la trilogía de Gormenghast, una obra emblemática que ha hipnotizado y sacudido la mente de miles de lectores.

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Proximamente: "Fugitivo" de Christopher Reich.

8 comentarios:

  1. ¡Pues no me hubiera fjado en este libro pero has llamado poderosamente mi atención sobre él, te lo aseguro!

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  2. Alegrándome :)

    Hay libros y autores que apetece promocionar más que otros... y no sólo porque sean tus nuevos amigos de FB :P

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  3. Tengo pendiente "Alera" gustándome mucho "Legacy". Me gustó mucho por la coherencia de que toda la acción pasa en "off". Las mujeres no pintan nada, en cuanto pasa algo interesante, las largan a otra habitación. Arriesgado, pero sale airosa.

    Y sentí fascinación/miedo por el extraordinario detallismo en la descripción de los trapos y complementos de todos los personajes.

    Narian es lo de siempre... Steldor me pareció el gran tapado de la historia.

    Tengo ganas de ponerme con la segunda... ¿sigue igual con los trapos?

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  4. Pues verdad es que en "Alera" hay un momento trapitos importante... Cayla sigue tan atenta a los pequeños detalles como siempre, aunque la cosa baja un tanto en intensidad, supongo que podría decirse que por imperativo de las circunstancias.

    Pero no diré más, que luego hay quien me acusa de hacer 'spoilers'...

    Creo que ya lo he dicho, pero para mí esta segunda parte es mejor que la primera. Veremos que te parece a ti, que ya se sabe que estas cosas son cuestión de gustos :)

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  5. Estoy de acuerdo. Stelsor, desde mi punto de vista , era el mejor y hacia muy buena pareja con alera. Cuando le dio el anillo casi lloro... Y narian eta hien pero no me acaba de convencer... Es muy poca cosa....

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  6. Hola Estíbaliz!! Andaba buscando información sobre éste libro y me he topado con tu blog, me ha parecido una reseña fantástica, muy completa y detallada...ahora con más tiempo le echaré un vistazo al resto del blog, pero te sigo, ok?

    1 besito y encantada!! He visto que llevas 4 meses sin publicar entradas...espero que vuelvas pronto..jeje

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  7. Veremos si la tercera parte nos reconcilia con Nairan o seguimos pensando lo mismo, Anónimo :)

    Y Celia, muchas gracias por el comentario: así da gusto... pero me temo que de momento el blog seguirá en cuarentena. Otro besito para ti.

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  8. A mi no me paso eso con Narian...Esconde tantas cosas que lo hace Seductor... Me gusta el misterio que se esconde detrás de el y comprendo porqué se halla unido otra vez a Cokyria... Como dijeron London y Destari, Narian descubre que no puede estar con Alera y se aleja.... De todas maneras el le prometió que nunca le haría daño...Narian me tiene atrapada, comprendo porqué le atrajo a Alera, es encatador, seductor, algo oscuro, Misterioso y Provocativo...Me tiene atrapada, quiero leer lo antes posible la Secuela, parece muy prometedora... Cayla se convirtió en una de mis Escritoras favoritas junto con J.K Rowling... Nadie se compara con la escritora de Harry Potter, pero Cayla me atrapo, es muy buena!
    Por otro lado, Steldor me confunde... Llega un momento que no se como sentirme con respecto a el... Odio las personas Arrogantes, pero el también se puede mostrar de otra manera, y eso me agrada... Alera se convirtió en mi otro yo, muchos de sus sentimientos son iguales a los míos... He leído "Legacy" unas tres veces y cada vez que la leo Lloro al ver que se casa con Steldor, es como si Alera fuera yo y yo no pueda encontrar mi Felicidad... Muy buen Blog :) Gracias por compartir tus opiniones con nosotros :)

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