jueves, 28 de abril de 2011

2011-42. "Fantasmas", de Joe Hill

Interludios


Título: "Fantamas"

Título original: "20th Century Ghosts"

Autor: Joe Hill

Editorial: Suma de Letras

Año: 2005 y 2007 (2008, de la edición en español).

Páginas: 405.

Género: Relatos (terror, fantasía...).


Frase promocional: "El pasado no está muerto. Ni siquiera es pasado..."


Sinopsis:

De una originalidad deslumbrante, aquí tenemos la galardonada colección de visiones y pesadillas del escritor nº1 en ventas del New York Times, autor de "El Traje del Muerto".

Imogene es joven y guapa. Besa como una actriz y conoce absolutamente todas y cada una de las películas que se han filmado. El caso es que también está muerta y a la espera de Alec Sheldon en el teatro Rosebud una tarde de 1945…

Arthur Rod es un niño solitario con unas ideas brillantes y un don para atraer los malos tratos. No es fácil hacer amigos cuando eres el único chico hinchable de tu ciudad…

Francis no es feliz. Francis fue humano una vez, pero eso fue hace ya algún tiempo. Ahora es una langosta de dos metros y medio de altura, y todo el mundo en Calliphora se estremece cada vez que lo escuchan cantar…

John Finney está encerrado en un sótano lleno de manchas de sangre que pertenecen a los asesinatos de otra media docena de chicos. Con él en el sótano hay un viejo teléfono, desconectado desde hace mucho tiempo, pero que cada noche suena con llamadas de los muertos…


Puntuación: 3,5/5


Me parece justo empezar aclarando un punto no poco importante: no me entusiasman demasiado los libros de relatos, cuentos o como cada uno los quiera llamar. No estoy en contra del famoso 'lo bueno, si breve...' (que para mí en realidad debería llevar una coletilla que dijese: "¡cuanto más lo malo!"), pero lo cierto es que este tipo de narraciones breves no me suelen llenar, como quien dice. Supongo que, por más que no exista un motivo único y completamente racional, tampoco es algo tan extraño, por coherente, viniendo de alguien que ya ha dicho con anterioridad que le gustan los libros de grandes dimensiones. A lo mejor es que me gusta que la gente se tome su tiempo para contarme algo, o que al final lo importante son los detalles; aunque, fundamentalmente, diría que tiene que ver con el hecho de que, cuando algo te gusta, simplemente no quieres que se acabe... y con los relatos sucede justo lo contrario, pues si encima se trata de todo un volumen recopilatorio estás obligado a saltar, a cada poco, de un escenario a otro y a abandonar a unos personajes para ir al encuentro de los siguientes.

Decidí, a pesar de todo lo dicho, darle una oportunidad a "Fantasmas" por dos motivos fundamentales: uno, puramente práctico, era matar el tiempo antes de echar mano a ese otro libro que en realidad quería leer en su momento; pues los domingos, ya se sabe, cierran las bibliotecas. El otro, por supuesto, tiene nombre propio: Joe Hill. Y es que después de leer "Cuernos" (con su correspondiente entrada en este blog), me pareció que cualquier cosa salida de la pluma de este hombre bien merecía el intento.

Es Hill un autor tan original que, por más que se le quiera poner la etiqueta de príncipe del terror (recordemos que el rey es su padre), que lo es, su genio e imaginación van mucho más allá de lo que implica circunscribirlos a un sólo género; pues por más que sus obras estremezcan también, y no en menor medida, impactan y conmueven, tal es la belleza de algunas de las escenas que con tal habilidad dibuja este escritor y tan memorables como entrañables (o escalofriantes) los personajes nacidos de su desbordante imaginación.

En cuanto a los relatos recogidos en "Fantasmas", lo cierto es que el título puede llevar a engaño, puesto que fantasmas, como las meigas, haberlos, haylos, pero no llegan a ser legión. Del mismo modo que, si bien este libro se suele incluir en el género de terror, no todas las narraciones en él contenidas pertenecen en realidad a este género, por más que abunde. Así, junto a monstruos de película de serie B y asesinos en serie, encontramos en estas páginas personajes literarios ya conocidos, estampas de otra época, escenas costumbristas y auténticos homenajes a otras formas de arte como el cine o los cómics.

Evidentemente, en una recopilación de este tipo es difícil que se mantenga la unidad en lo que a nivel se refiere; aunque, por otra parte, cuando se tocan tantos temas y géneros como lo hace Hill aquí, y por una simple cuestión de gustos, es lógico que uno siempre encuentre auténticas piezas de orfebrería literaria que hagan que el resto de las que componen el conjunto palidezcan por comparación. Y, no obstante, en general el autor mantiene el mencionado nivel muy alto, sorprendiendo al lector por lo amplio de su caudal imaginativo, tanto como por su pericia narrativa.

Si hay que buscarle algún incoveniente a "Fantasmas" yo destacaría una cierta afición de Joe Hill a dejar el final más abierto de lo que tal vez uno desearía en ocasiones; si bien es cierto que, tal y como él nos cuenta las cosas, no resulta difícil imaginar lo que pudo pasar después, en un ejercicio de imaginación que resultará más o menos satisfactorio en función del tipo de lector que cada uno sea. Las demás quejas que yo pueda llegar a tener sobre este libro nada tienen que ver, en realidad, con la propia obra o su autor, sino con mi ya mencionada reserva respecto al género, que tiende a producirme una cierta saturación por acumulación si su lectura no se alterna con otra cosa, así que creo que me las voy a reservar.


Nuestro índice...

Si ya de por sí hay autores sobre cuya obra no se puede contar demasiado, para no incurrir en el famoso vicio del spoiler (y no tanto porque el propio escritor se tome grandes molestias en dificultar el acceso a esos puntos clave, que de hecho pueden revelarse en un estadio temprano del proceso de lectura, sino por no estropear a otros lectores la maravillosa sensación del descubrimiento), en el caso de los relatos el problema, por llamarlo de alguna forma, se acentúa. No obstante, y como digo muchas veces, en realidad hay secretos que se pueden desvelar sin que por ello la historia pierda en intesidad o disfrute, puesto que lo verdaderamente emocionante es lo que sucede antes o después, o el modo en que el escritor nos cuenta todas esas cosas.

En los relatos de Joe Hill no faltan los momentos de sorpresa, por lo que a veces uno no puede contar demasiado sobre su argumento sin mencionar ese punto clave, lo que a menudo dificulta el poder llegar a transmitir la verdadera dimensión de sus ideas, y la originalidad de sus narraciones. Y, sin embargo, eso es lo que me propongo hacer yo ahora mismo... No, que nadie se asuste: no estropear la sorpresa (al menos no es ésa mi intención), sino ofrecer un pequeño esbozo o sinopsis de cada uno de los quince relatos que integran "Fantasmas", pues sin duda tal cosa permitirá ofrecer una mejor perspectiva del imaginario de este joven y talentoso autor.

* "El Mejor Cuento de Terror" es la inquietante historia de un editor de antologías de cuentos de terror que, un buen día, y a raíz del descubrimiento de un nuevo y desconocido autor capaz de producir historias verdaderamente inolvidables por su capacidad para el escalofrío, se ve inmerso él mismo en su propio cuento de terror. Un relato de esos que te dejan colgando y que, sin duda, es perfecto para abrir esta recopilación, puesto que no deja de ser un homenaje al género (especialmente a las revistas especializadas, de corte pulp y a escritores de relatos como Jack Finney, autor de la novela, llevada al cine en más de una ocasión,"Los Ladrones de Cuerpos") convertido casi en forma de vida y que plantea reflexiones tan interesantes y cotidianas como ese porqué disfrutamos con lo que nos aterroriza y, en suma, nos lo hace pasar mal. Genial el relato dentro del relato, el inquietante 'Buttonboy'.

* "Un Fantasma del Siglo XX", la narración que da título a este libro en su versión original, es una historia de fantasmas ambientada en un viejo cine que se resiste a desaparecer, entre otras cosas precisamente porque el que es su dueño actual teme lo que será del espíritu de Imogene cuando sus amadas películas dejen de proyectarse. Un claro homenaje al cine, en este caso, en una historia en la que el fantasma se materializa cuando siente la necesidad de comentar determinadas películas que constituyen todo un hito del séptimo arte, como "Los Pájaros", "Fantasía" o "El Mago de Oz". Un buen final el de esta historia.

* "La Ley de la Gravedad" es una narración en primera persona (he descubierto que casi todas mis favoritas están narradas de ese modo) sobre el mejor amigo de la infancia del narrador en cuestión, que resulta ser un chico hinchable; con todo lo que ello supone en términos de peligro para su integridad física, especialmente en una edad en la que ser diferente parece no ser lo más recomendable (los niños, siempre crueles e inconscientes), y más aún si encima no le caes bien al padre de tu mejor amigo. Un derroche de imaginación, donde lo onírico y lo fantástico se convierte en simple anécdota (los "hinchables", aunque no abundan, son simplemente víctimas de una extraña enfermedad); una narración de gran belleza, con un punto triste y nostálgico.

"Al final, aunque no lo quieras, todos nos convertimos en astronautas. De camino hacia un mundo del que no conocemos nada. Así es como funcionan las cosas." (Pág. 89).

* "Oirás Cantar a la Langosta"

"Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen la tierra, ni cosa verde alguna, ni a ningún árbol... sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos." (Pág. 108).

Así reacciona la madrastra de Francis, una mujer aquejada de obesidad mórbida, la mañana en que nuestro protagonista amanece convertido en langosta gigante: citando las Escrituras; no queráis saber cómo reacciona su padre. La actitud del propio chico-langosta, por otra parte, no resulta tan inesperada dada su condición de marginado y lo disfuncional de su familia. Un relato verdaderamente deudor de "La Metamorfosis" de Kafka, tanto como de las películas de monstruos de serie B al estilo de "La Humanidad en Peligro" (también aquí se insinúa que la transformación tiene algo que ver con pueblas atómicas realizadas por el ejército); aún se nos habla de otra clara fuente de inspiración en el prólogo de esta recopilación, las obras de Burroughs, autor de "El Almuerzo Desnudo"... pero como este escritor no forma realmente parte de mis propias referencias literarias, lo cierto es que no puedo precisar lo acertado, o no, de tal afirmación. En cualquier caso, un relato de esos que casi incomodan...

* "Hijos de Abraham" fue publicado por primera vez dentro de la antología de relatos 'The Many Faces of Van Helsing': un libro editado por Jeanne Cavelos que reune las narraciones breves de veintidós maestros del género fantástico y de terror (Gregory Maguire, Tanith Lee o Graham Joyce, por ejemplo) los cuales ofrecen su particular versión del mítico cazador de vampiros creado por Bram Stoker. La aportación de Hill a este experimento literario nos ofrece la visión de un Van Helsing en sus últimos años de vida, aparentemente retirado en algún lugar del Nuevo Mundo, donde ejerce de médico y de padre de dos hijos sin madre... que, por cierto, habría sido la mismísima Mina. En el prólogo de "Fantasmas" se establece un paralelismo entre esta historia y la película "Escalofrío", por retratar ambas ejemplos terribles de pérdida de la inocencia: ese momento en el que un padre no sólo deja de ser un héroe, sino que se revela como una criatura completamente desconocida y terrible a los ojos inocentes de sus hijos. Desde luego, es una buena comparación en lo que a sensaciones se refiere, si bien tengo que decir que este relato no ha sido de mis favoritos: tal vez le falte un poquito de profundidad.

* "Mejor que en Casa" es un relato costumbrista: la clase de historias breves a las que, precisamente, a mí me cuesta encontrarles el punto, pues en su mayoría se limitan a dibujar a un personaje y esbozar determinadas situaciones cotidianas, con algún pequeño accidente o sorpresa adicional. Claro que no se puede negar la belleza de esta narración que, en última instancia y en su última frase, se redime a ojos del lector cuando el padre del protagonista nos desvela el porqué de la historia: después de todo, se trata simplemente de un recuerdo bonito, algo que todo el mundo debería tener. Para mí, lo más interesante de este relato es su protagonista, un niño que padece de trastornos de estrés que se manifiestan en forma de manías tales como babear cuando se excita, desmenuzar la comida o una aversión irresistible hacia el sonido de una cinta de vídeo que rebobina o el olor de la pintura o del rotulador indeleble... y, de hecho, no es difícil detectar una cierta predilección del escritor por este tipo de personajes, puesto que no es el único joven con problemas mentales o psicológicos que habita en las páginas de "Fantasmas".

* "El Teléfono Negro" es esa historia que nos suena familiar pero igualmente nos atrapa, hasta el punto que uno anticipa lo que puede pasar y se alegra de que sus predicciones se cumplan, incluso a pesar del horror que eso supone. La angustia de un chico al ser secuestrado por el conocido como "abductor de Galesburg", y su lucha por encontrar una salida a pesar de su certeza de lo horrible de su final. Uno de esos casos en los que el lector encuentra su reivindicación en el propio final de la historia, a través de un personaje con el que se identifica a tal punto que no puede dejar de horrorizarse ante los acontecimientos, tanto como incitarlo a que actúe de la única manera posible.

* "Carrera Final", protagonizada una vez más por un joven marginado con problemas de aprendizaje y conducta, es un relato que inquieta e incomoda a partes iguales, por lo inevitable de un final que no es necesario contar para que el lector sepa con certeza lo que va a suceder, pero también por el horror cotidiano (nada paranormal, por cierto, en este caso) que retrata. La escena dantesca de violencia que nuestro antihéroe se encuentra en el bosque camino de su casa impacta doblemente por la claridad con la que el lector es capaz de interpretar los acontecimientos, en contraste con la ingenuidad inesperada del joven protagonista.

* "La Capa" es, sin duda, uno de mis dos relatos favoritos de este libro y estoy segura de que por su originalidad, su belleza y su impactante final, permanecerá en mi memoria durante mucho tiempo. Otra narración en primera persona que constituye un claro homenaje al mundo del cómic, especialmente al de superhéroes, tanto como a la infancia; si bien en este caso la capacidad de creer y su magia no terminan con la llegada a la edad adulta, lo cual puede que explique el curso que acaban por tomar los acontecimientos en esta magnífica historia en la que no falta el villano, aunque su identidad constituya una auténtica sorpresa. Fascinante y cautivadora, uno llega a imaginarse a la perfección al protagonista flotando con su pequeña capa azul en esa curiosa postura, con las rodillas apretadas contra el pecho, y a velocidad de desfile, que quizá por su aparente ridiculez se nos antoja más "creíble" y hasta entrañable.

"Él siempre había estado en las clases de literatura avanzada, donde leían a Milton y a Chaucer, mientras que yo sacaba aprobados raspados en '¡Aventuras literarias!', un curso para futuros conserjes y técnicos de aire acondicionado. Éramos chicos tontos y sin futuro, y en premio a nuestra estupidez nos daban a leer los libros que más molaban en realidad." (Pág. 236).

* "Último Aliento" se nos anuncia en el prólogo como claro deudor de las fantásticas y hermosas creaciones literarias de Ray Bradbury, sin duda uno de los mejores escritores de relatos al que uno puede echar mano; y, ciertamente, algo de eso hay. Una historia que se desarrolla en un museo del silencio, puesto que lo que en él se exponen son los últimos alientos de diversas personalidades: desde escritores como Poe (en cuyo último aliento el oyente atento creerá distinguir una única palabra apenas suspirada: 'whisky') o Roald Dahl, a asesinos en serie o jóvenes bellezas que vieron truncada su vida en un trágico accidente de avión y cuyo último aliento, exhalado en la cama de un hospital unos días después, antes de que las quemaduras pusiesen el verdadero punto final, horroriza y estremece... Tanto, por otra parte, como el propio final de esta historia, que sin regodearse en lo terrible impacta por su brusquedad, si bien la sorpresa es sólo relativa, pues después de leerlo a uno se le antoja que el relato no podría haber acabado de ninguna otra forma.

* Es"Madera Muerta" un ejercicio literario de innegable belleza, de esos que, sin embargo, a mí no me dicen demasiado; dos páginas que constituyen una larga metáfora sobre la pérdida, a través de una serie de casos de árboles y bosques fantasma, pues tal condición no se circunscribe en el universo de Hill únicamente a los humanos. Una buena muestra de talento, sin duda, pero demasiado poético para mi gusto.

* "El Desayuno de la Viuda" es otro ejemplo más de costumbrismo. El retrato de un hombre que ha perdido su camino en una época tan dura como interesante, también en lo literario: los años treinta. Concretamente, la acción transcurre en los Estados Unidos de 1935, donde los vagabundos viajan de un estado a otro como polizones en trenes de mercancías, y donde los encuentros desafortunados con los agentes de la ley se cobran en ellos su precio. Una anécdota, en última instancia, este encuentro del vagabundo con la viuda y sus tres hijas con sus extraños juegos.

* Tampoco hay fenómenos paranormales ni fantasmas en "Bobby Conroy Regresa de Entre los Muertos", donde el terror, por otra parte, lo pone la ambientación de la historia: el plató de rodaje de "El Amanecer de los Muertos", de George Romero, con breve aparición tanto del director como del maquillador de la cinta, Tom Savini, que de hecho se especializó en crear marcas de heridas a raíz de su participación en esta película, dice Joe Hill que de forma altruista. Y, sin embargo, y pensándolo bien, no faltan los fantasmas metafóricos del pasado en un relato en el que el Bobby Conroy del título regresa a su pueblo natal tras pasar varios años en el off-Broadway sin llegar a dar el gran salto y, haciendo de extra en la producción de Romero, se reencuentra con su gran amor de adolescencia, no sólo casada sino además con un hijo. Un ejemplo de que incluso en lo más realista se esconde el misterio, pues si bien en su conjunto los acontecimientos no parecen nada fuera de lo común, lo cierto es que incluso aquí el autor logra que nos preguntemos si en todo el asunto hay más de lo que a simple vista parece.

* "La Máscara de mi Padre" es el sumum de lo bizarro, lo original y lo inquietante. Una narración que produce verdadero vértigo, tan cargada de matices y pequeños detalles que uno no llega a estar seguro del todo de lo que realmente está sucediendo, ni de donde trazar la fina línea que separa lo real de lo imaginado; sensación a la que sin duda contribuye en gran medida el final, de esos que te dejan dándole vueltas a los acontecimientos y planteándote distintas hipótesis que te permitan explicarlos satisfactoriamente en su totalidad. Toda una experiencia para el lector, que da buena medida de la capacidad y estilo narrativos de Joe Hill, así como de la riqueza de su imaginación y lo extraordinario de sus creaciones.

* Por su extensión (unas sesenta páginas),"Reclusión Voluntaria" puede considerarse una novela breve, casi más que un relato; consideración a la que sin duda contribuye en gran medida la perfeccón del conjunto, tan redondo que parece imposible concebirla de otro modo: no falta ni sobra una palabra ni una coma y, ciertamente, es difícil imaginar una forma de mejorarla. Una narración en primera persona en la que se combinan todos los elementos característicos del autor: niños mágicos en su autismo, adolescentes con problemas, accidentes del destino y momentos de escalofrío. El hilo argumental se estructura en torno a dos extrañas desapariciones: la del que fuera mejor amigo del protagonista, hasta que las cosas se torcieron, en su época de adolescente, y la de su hermano autista en la época actual. Un misterio del que el narrador conoce la respuesta o, en todo caso, la intuye por más que ésta sea en principio inconcebible... pero una respuesta que ni siquiera me atrevo a insinuar por no estropear a nadie el auténtico placer que constituye leer esta historia. Ganadora, por cierto, del 2006 World Fantasy Award a la mejor novela.

Cierra Joe Hill "Fantasmas" con los oportunos agradecimientos, incluyendo uno muy especial a todos sus lectores en forma de pequeña propina literaria bajo el título de "La Máquina de Escribir de Sherezade", que sigue escribiendo incluso tras la muerte del escritor. Así pues, la pregunta es: ¿de dónde surgen esas nuevas narraciones? ¿Del espíritu de éste, o acaso las historias simplemente están ahí y lo que el autor hacía era limitarse a recogerlas? Sin duda, una nueva metáfora sobre el proceso creativo.

Si llegados a este punto tenéis la sensación de que en todo lo anterior se repiten con frecuencia una serie de ideas o conceptos es porque, en efecto, así son las creaciones de Joe Hill y este "Fantasmas": inquietantes, bellas, escalofriantes, evocadoras, originales. ¿Quién da más?


Otras obras del autor

De Joe Hill y su obra ya hablamos en su momento en la reseña correspondiente a la que es su segunda y última novela publicada hasta la fecha, la magnífica "Cuernos"; cuando, por cierto, hablábamos también de lo probable que era que el resto de sus títulos acabasen teniendo su huequecito en este blog, como así ha sido. Así pues, ya sólo nos queda "El Traje del Muerto", que fue considerada en su momento como el mejor debut literario de los últimos tiempos y que recibió críticas inmejorables, además de algún premio que otro. Y es que si algo no le falta a Hill a pesar de lo corto de su producción literaria es eso: premios. De hecho, este "Fantasmas" ha recibido los premios Bram Stoker Award, British Fantasy Award, International Horror Guild Award y el ya mencionado World Fantasy Award por "Reclusión Voluntaria".

Así pues, poco nuevo que decir del autor y su obra, aunque momento perfecto, por otra parte, para recomendaros una visita a su página web (http://joehillfiction.com/), en la que además de la consabida información sobre ambas materias (biografía y libros) encontraréis un juego inspirado en el relato "Último Aliento", en el que habréis de asignar a cada suspiro final su personaje famoso.

Simpática foto, por cierto, la que utiliza Hill para ilustrar su biografía, en consonancia a la cual dice que vive en una pequeña celda de piedra en el fondo de un abismo, a la cual se puede llegar únicamente bajando un empinado y resbaladizo sendero protegido por feroces cabras. ¡Él es así!


Te gustará si te gusta... ¿Empezamos con la lista de obviedades?

- Joe Hill, sin duda.

- Las colecciones de relatos, condición suficiente aunque no necesaria.

- Lo mismo cabría decir del género de terror, aunque sí es recomendable que te sientas cómodo con lo onírico y lo extravagante, y que no seas de los que ponen límites a lo posible en la literatura (¿recordáis lo que decíamos el último día sobre lo fantástico?).


Narraciones breves para todos los gustos

Antes de terminar esta reseña me gustaría aclarar que no considero que sea este que hoy nos ocupa, el de los relatos, un género menor como en ocasiones se ha dicho. Al contrario: condensar una historia en unas pocas páginas, y conseguir crear unos personajes que permanezcan en la mente del lector en tan reducido espacio, es toda una proeza en lo que a creación literaria se refiere, que habla del talento de sus autores sino ya de la amplitud de su imaginación, pues concebir un argumento original y que funcione es ya lo suficientemente difícil como para encima hacerlo de forma continuada, relato tras relato.

De hecho, tales son las posibilidades de este género que pocos son los autores que se han resistido a sus encantos en algún momento de su vida creativa; grandes novelas han surgido de la semilla de un relato y, en otros casos, es tal el respeto que esta forma narrativa impone que sólo un encargo ha conseguido que los autores venzan su miedo... y, evidentemente, nada de eso sucede con cosas insignificantes ni géneros menores.

Eso siempre y cuando, por supuesto, se pueda considerar el del relato como un género, pues más bien se trata de una forma de creación que da cabida, a su vez, a todo tipo de géneros o temáticas: fantasía, ciencia ficción, romántico, terror, novela negra... De todo hay, como en botica.

* Si hay un nombre imprescindible en lo que a relatos se refiere ese es, sin el menor género de duda, el del genial Ray Bradbury, maestro de la fantasía más que de la ciencia ficción, por más que una de sus recopilaciones de cuentos más conocidas sea precisamente "Crónicas Marcianas", pues nada evoca ese concepto como las visiones de otros planetas; de hecho, el mismo Bradbury dice que la única obra de ciencia ficción que ha escrito a lo largo de su larga vida es "Farenheit 451", la magnífica historia distópica del bombero que quema libros, pues leer impide ser felices porque llena de angustia a los que lo hacen.

Bradbury es uno de esos escasos autores más conocidos por sus narraciones breves que por las más extensas, verdadero dominador de una suerte de realismo mágico en el que se combina el propósito moral con lo romántico y lo poético, y donde no faltan los mundos oníricos dibujados con un estilo inconfundible casi más propio del siglo XIX que del XX o el XXI. Un estilo tan único que, en realidad, a Bradbury hay que leerlo para conocerlo y entenderlo, pues no se puede explicar, igual que no se puede explicar la magia. "Remedio para Melancólicos", "Las Doradas Manzanas del Sol", "El Árbol de las Brujas" o "Las Maquinarias de la Alegría" son algunos de los evocadores títulos de sus volúmenes de cuentos. Pero como ejemplo de su maestría en lo breve, sirvan aquí un par de citas:

- "Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos."

- "Somos una imposibilidad en un universo imposible."

*En lo que a terror se refiere, es inevitable en este contexto hacer referencia a los volúmenes de cuentos y pesadillas del padre de la criatura, Stephen King. Relatos que en ocasiones son la semilla de algo más grande, pero con los que sucede exactamente lo mismo que con el resto de su obra: aunque en general abunda lo brillante, también hay intentos fallidos, pero en ningún caso se le puede negar originalidad, inventiva y capacidad para conseguir del lector la respuesta deseada, ya sea ésta el escalofrío, la repugnancia o, no tan a menudo, la ternura. Y es que son muchos años de experiencia los suyos, y mucho más prolífica su producción que la de su hijo, todo sea dicho.

Entre la decena de sus recopilaciones de narraciones breves cabe destacar "Corazones en la Atlántida", compuesto por cinco relatos relacionados entre sí y objeto de adaptación cinematográfica (como tantas otras de sus novelas) con Anthony Hopkins, y "Pesadillas y Alucinaciones", que cuenta también con una versión para la pantalla en forma de miniserie compuesta por ocho capítulos, y por cuyas páginas pasan vampiros con un fuerte instinto paternal, niños demoníacos, los fantasmas de viejos rockeros muertos reunidos en un insólito pueblo o un no menos insólito doctor Watson capaz de resolver un caso antes que el gran Sherlock.

* De hecho, las aventuras del detective más famoso de todos los tiempos, el Sherlock Holmes creado por Sir Arthur Conan Doyle, constituyen un buen ejemplo del impacto que pueden llegar a tener los relatos, pues tal era la forma habitual que revestían sus casos en lo literario. El "canon holmesiano", protagonizado por este detective asesor de Scotland Yard en el Londres del siglo XIX, que destaca por su inteligencia, sus dotes de observación y su habilidad deductiva, está compuesto por un total de cuatro novelas y, efectivamente, cincuenta y seis relatos.

Un personaje tan carismático y genial como para haberse convertido en todo un icono, incluso más allá de las páginas escritas por su autor, y tan lleno de vida que hasta es posible atribuirle una biografía. Así, Sherlock Holmes nació el 6 de enero de 1854. Su padre era un hacendado inglés y su madre descendía de una estirpe de pintores franceses. Tiene un hermano, Mycroft, que gracias a las portentosas facultades para gestionar ingentes cantidades de información que posee, trabaja casi anónimamente como coordinador general e informador interno de los asuntos del gobierno británico.

Sherlock Holmes parece haber sido un estudiante en la universidad, probablemente la de Oxford, pero sin duda no Cambridge. Tras su graduación, se aloja cerca del Museo Británico para poder estudiar las ciencias necesarias para el desarrollo de su carrera posterior. Conoce a Watson en 1881, en el hospital Saint Bartholomew. Rehúsa el título de sir, pero acepta la Legión de honor.

Su gran enemigo, también de extraordinarias facultades intelectuales, es el profesor Moriarty, quien llegó a acabar aparentemente con la vida del eminente detective en la cascada de Reichenbach, Suiza ("La Aventura del Problema Final"). Doyle tuvo que optar por resucitar a su héroe cuando miles de lectores protestaron llevando crespones negros en el sombrero en señal de luto. Sherlock Holmes reaparece en el caso "La Casa Vacía" ("La Reaparición de Sherlock Holmes", 1903).

Tras una carrera de 23 años, de los que Watson compartió 17 con él, Holmes se retiró a Sussex, donde se dedicó a la apicultura, y llegó a escribir un manual sobre el tema, con algunas observaciones sobre la separación de la reina, y también, casi casualmente, resolvió uno de sus casos más complicados: "La Aventura de la Melena del León" (1907). Posteriormente a su jubilación como detective se dedicó dos años a preparar concienzudamente una importante acción de contraespionaje poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Nada más consta sobre él a partir de 1914.

Y aquí también lo vamos a dejar nosotros por hoy... o yo, en todo caso. Aunque no sin aprovechar para hacer una última recomendación en tema de ciencia ficción: cualquiera de los excelentes volúmenes dedicados a los Premios UPC, recopilatorios de las mejores narraciones breves de cada una de las correspondientes ediciones. Una buena oportunidad para conocer la obra de nuevos autores, especialmente en el ámbito nacional y en lengua castellana, aunque no exclusivamente.
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Proximamente: "La Hija del Apocalipsis", de Patrick Graham.

lunes, 25 de abril de 2011

2011-41. "Embrujo", de Nina Blazon

"Confiar no es más que otro modo de decir conocer"


Título: "Embrujo"

Título original: "Faunblut".

Autora: Nina Blazon.

Editorial: Montena.

Año: 2008 (2010 de la edición en español).

Páginas: 377.

Género: Juvenil fantástico.


Sinopsis:

Faun, un chico de inquietantes ojos negros y belleza nórdica, se ha instalado en Larimar, la enorme y ruinosa pensión que regentan Jakub y su hija Jade. El verano acaba de llegar y la ciudad está sumida en una profunda crisis: al tiempo que un grupo de rebeldes conspira contra lady Mar, la cruel soberana que oculta su rostro tras una máscara metálica, unas criaturas mágicas siembran el pánico por las intrincadas callejuelas aledañas al río.

Y, mientras ven cómo el mundo se derrumba a su alrededor, ¿podrán Faun y Jade resistirse al embrujo del amor?

Puntuación: 3,5/5

Una vez más, tengo que empezar este comentario admitiendo mis prejuicios... aunque tal vez sea exagerado calificar de tal lo que, en última instancia, no era más que una idea equivocada, pues si prejuicio hubiese sido ni siquiera hubiera llegado a incluir este libro en mi lista de lecturas futuras. La cosa es que, ya fuese debido al hecho de que esta novela se encontrase incluida en la colección 'Ellas' de Montena, a que mi mente anárquica mezclase argumentos de la autora, o acaso debido a algún comentario que leí por ahí al respecto, lo cierto es que estaba convencida de que "Embrujo" no era sino otro 'JR' más de temática vampírica... lo cual, todo sea dicho, no tiene porque ser algo necesariamente malo, pues ya se sabe que yo puedo disfrutar de las historias 'juveniles románticas' tanto como el que más; si bien tengo que decir que, en lo que al mencionado subgénero de colmillos se refiere, son más las sagas que me parecen mediocres que las que realmente resultan destacables por derecho propio.

Pero a lo que íbamos: "Embrujo" y mi relativa prevención a la hora de acometer su lectura. Algo que tal vez esté relacionado con la portada, que no me acaba de convencer; del mismo modo que hay que decir que la edición presenta unos cuantos errores en la corrección del texto (incorcondancias de número, artículos sobrantes... pequeños errores, en suma) que, no obstante, no llegan a ser tan graves como para estropear el conjunto ni el disfrute al alcance de cualquiera que decida echar mano a la novela de Blazon.

Y es que, en efecto, nos encontramos ante una historia que pone al alcance de los lectores un mundo fantástico en el que no faltará el romance, si bien puede decirse que este es accesorio, por no decir secundario; pero en el que el tema central es, en primera y última instancia, la lucha contra la opresión: esa lucha entre poderosos y rebeldes que, por otra parte, es uno de los temas recurrentes de la literatura del género (siendo este, precisamente, el fantástico). De hecho, uno de los aspectos más refrescantes de "Embrujo" es precisamente su capacidad para acercar a toda clase de lectores, y especialmente a jovencitas adolescentes, la fascinación de un tipo de literatura que, a qué negarlo, ha sido considerada durante mucho tiempo ámbito de interés exclusivo de una clase de lectores muy determinada: la del 'friki' (en masculino) que elige lo ficticio a lo real acaso porque, supuestamente, no es precisamente maestro de las artes sociales.

Dejando a un lado fenómenos como "El Señor de los Anillos", e incluso "Harry Potter" a otro nivel, lo cierto es que, por más que tal cosa suene a estereotipo barato y claramente falso (y lo dice una que no tiene reparo en que la etiqueten como 'friki' si alguien considera que no es así), es innegable que ésa ha sido la imagen imperante durante mucho tiempo de aquellos que disfrutamos con los universos paralelos de la literatura fantástica. Muchos son los que rechazan el género porque dicen que a ellos no les gustan esas historias que no son reales; lo cual a mí siempre me ha parecido un argumento muy débil pues, después de todo, y dejando a un lado las biografías, casi todo lo que se escribe es ficción y, por lo mismo, no real. ¿O acaso se creen esos mismos prejuiciosos (dicho con todo el respeto) que la gente es tan dada a los discursos grandilocuentes o al romanticsimo, o que el mundo está tan repleto de asesinos en serie y policías superinteligentes, como en sus novelas realistas?

Después de todo, la literatura, como la música, el cine y tantas otras formas de expresión artística, no es otra cosa que eso: libertad para crear y dar rienda suelta a la imaginación. Y, en última instancia, cualquier novela, sea cual sea el género en el que se inscriba, y por fantásticos o irreales que sean los mundos en los que se desarrolle la acción o los personajes que la pueblen, encuentra su verdadera significancia en una serie de temas y sentimientos que son siempre universales y perfectamente reales.

Verbi gratia, "Embrujo" de Nina Blazon... y volvemos a centrarnos, después de estos desvaríos que no pretenden ser sino la reivindación de un género, en lo que toca. Es el de la autora un mundo que tal vez no parezca excesivamente original en su planteamiento pero que, sin embargo, se estructura en base a una idea sencilla pero original cuya solidez se nos irá revelando a medida que avance la historia. La acción se desarrolla en un país del que no sabemos ni el nombre, aunque se nos hable de la existencia de ciertas Islas maravillosas o de unas Tierras del Norte semisalvajes; la Ciudad Nueva se denomina así en contraposición a la Ciudad Muerta, en ruinas, y el Puente de los Grifos o el Palacio de Invierno son escenarios que se evocan más que se describen.

Pero lo que está claro es que existe en este mundo una diferencia de clases tan evidente como característica de este tipo de historias: los lores viven entre lujos y diversión, protegidos por sus cazadores, que luchan contra los temibles ecos tanto como contra los rebeldes o los ciudadanos cuando la ocasión lo requiere. Marcada por la lucha por el poder que tuvo lugar no hace muchos años en la ciudad, sus habitantes viven a su vez bajo una opresión que se hace evidente en la existencia de un Mercado Negro clandestino, el temor de los ciudadanos a los cazadores y sus perros o la importancia de llevar la marca que los identifique como tales: el lirio de la Lady. Una Lady a la que es necesario pagar un diezmo que, a la inversa de lo que suele ser habitual en estos casos, aunque sea por una cuestión de simple etimología, implica renunciar a nueve décimas partes de todo aquello que se posea.

Es del norte de donde llega el misterioso Faun, acompañado del no menos enigmático Tam, convocados por Lady Mar para capturar a los ecos, las criaturas que desde hace un tiempo ensombrecen la tranquilidad del Reino. Los norteños y sus criaturas, la verdadera dimensión de cuya misión y los medios utilizados para llevarla a efecto se irán desvelando a medida que transcurra la acción, se instalarán en el hotel regentado por el padre de Jade... la cual por su parte, y romances aparte, se irá involucrando cada vez más en la causa rebelde, al tiempo que descubre la verdadera realidad de lo que en realidad sucedió y sigue sucediendo en la ciudad en la que vive.

Así pues, una historia original en la que, sin haber magia, sí que abundan las criaturas cuya condición está más próxima a ese término que al de sobrenatural; intrigas, aventuras y algún asesinato, en una novela que, sin llegar a ser especialmente memorable, resulta refrescante por su originalidad y perfectamente digna como literatura de género fantástico. Y, sí, con romance también... si bien, como ya he dicho, a mí se me antoja un tanto accesorio y simple en su planteamiento, aunque no se puede negar que el final está bastante bien resuelto. Una novela autoconclusiva (otro punto a favor) de lectura amena y apta para todos los públicos.

Las citas que otros no citan...

Ya que estamos hablando de fenómenos literarios, como el JR, lo cierto es que una de las cosas que he advertido recientemente es que las citas que las lectoras amantes del género eligen a la hora de hacer reseñas sobre sus libros nada tienen que ver con las que yo suelo seleccionar como destacables.

Sus frases favoritas suelen ser esos grandes momentos románticos a 'lo siempre nos quedará París' que, todo sea dicho, en la vida real no se oyen muy a menudo; aunque, ya que estamos, tampoco se puede negar la fuerza de muchas de ellas y su validez como insignia, incluso cuando sólo es cuestión de marketing. ¿A quién no le suena eso de 'y así es como el león se enamoró de la oveja'? Claro que a menudo el impacto de la frase tiene que ver con la personalidad de quién la dice y ahí una no puede por menos de elogiar la habilidad de algunos autores para crear personajes capaces de enamorar perdidamente a las jovencitas... ¡y no tan jovencitas!

¡En fin! Que la conclusión es que cada uno elige citas a destacar en función de sus propios criterios, que a veces ni siquiera conoce; aunque, en general, yo diría que a mí me gustan aquellas que son capaces de expresar de forma concisa grandes verdades o pensamientos que, a lo mejor no son universales, pero a más de uno se nos han pasado por la cabeza alguna vez... Y que, por otra parte, no siempre uno encuentra citas que citar (valga le redundancia) en todos los libros que se lleva a los ojos; pero casi siempre hay algo que se puede destacar aunque sólo sea por su significado en la historia. Por ejemplo, la cita que da título a esta entrada y que, sin duda, sería el equivalente a los leones y corderos de Bella y Edward. ¡Vamos! Que si hicieran una película de "Embrujo", seguramente esa sería la frase promocional del cartel.

¿Verdad que hoy estoy de lo más dispersa? Ya me perdonaréis, pero como en realidad cuando escribo esto básicamente me imagino que soy yo hablando conmigo misma (un seguro contra el alzheimer, que de tanto leer es inevitable que acabe mezclando argumentos, cuando no ya directamente olvidándolos), es lógico que algún día pasen estas cosas. En fin, que ahí van las citas de turno...

* "La libertad nunca es segura". (Pág. 208).

* "A menudo, el resultado de una batalla no lo deciden los mejor dotados, sino los que emplean las armas de un modo más decidido." (Pág. 298).


Otras obras de la autora

Cualquiera que eche un vistazo fugaz a la página web de esta autora podrá comprobar que, aunque no excesivamente conocida en nuestro país, Blazon es prolífica en su creación literaria, que se caracteriza por tocar distintos géneros, desde lo histórico a lo fantástico y, especialmente, por enfocar su obra prioritariamente al público juvenil... pero si como yo no tienes ni idea de alemán, lo cierto es que no serás capaz de sacar mucho más en claro de tal fuente.

Un buen ejemplo de su obra son, junto a este "Embrujo" que hoy nos ocupa, las otras dos novelas de Blazon que han sido publicadas en nuestro país hasta la fecha.

* "El Espejo de la Reina" se enmarca dentro del género histórico, si bien adaptado éste a lectores jóvenes (en la biblioteca sólo se encuentra en la sección infantil) y, de hecho, para documentarse antes de su escritura la autora viajó a Estocolmo y siguió allí las huellas de Cristina de Suecia (1626-1689), la rebelde reina barroca; aunque tampoco faltan en esta novela las guerras de religión o figuras históricas destacadas como la del mismísimo Descartes.

A Cristina de Suecia le gusta la caza y monta a caballo con destreza. A la joven Elin le fascina lo que oye decir de ella. Le gustaría verla de cerca. Pero a la sencilla ayudante de cocina y a la reina rebelde las separa todo un mundo... hasta el día en el que una casualidad las une. Para la joven criada empieza una nueva vida, aprende a leer, a escribir, acompaña a la reina a audiencias, eventos y banquetes, hasta convertirse en el reflejo perfecto de Cristina...pero el amor pondrá una dura prueba en su camino. En principio suena todo a cuento de hadas, pero según dicen la recreación histórica es impecable.

* La otra novela de la autora que podemos encontrar en nuestras librerías es "La Novia Maldita", que combina en este caso las referencias históricas con el elemento fantástico sobrenatural, pues he aquí de donde saqué yo lo de los vampiros, o tal cosa se insinúa. En palabras de la propia autora en entrevista concedida a la web "Juvenil Romántica":

"Aunque a primera vista asi parezca, “La novia maldita“ no es ninguna novela de fantasía clásica, sino que es una novela histórica, que se ocupa de los inicios de la historia del mito de los vampiros. La acción ocurre en el año 1731 y se relaciona con un auténtico caso real, por el cual también Bram Stoker se dejó inspirar: en un pueblo a las orillas del rio Morava murió mucha gente bajo cicunstancias inexplicables en aquella epoca. Los habitantes del pueblo estaban convencidos de que un vampiro era el culpable. Finalmente viajó una delegación de Austria al pueblo para investigar el caso. Su informe medico sobre “los cadaveres con huellas de vampiro“ despertó en Europa un gran interés, hasta llegó a ser una verdadera histeria."

Así pues, la novela se centra en el personaje de Jasna, que es vendida por su padre a un rico terrateniente por un puñado de oro. El misterioso extranjero regresa a su finca situada cerca de la frontera del Reino Otomano con la joven, a la que quiere casar con su hijo Danilo. Muy pronto, la novia descubre que sobre la familia pesa una terrible maldición. Cuando en el pueblo comienzan a morir algunas personas en extrañas circunstancias, la sospecha de que un vampiro está haciendo de las suyas cobra cada vez más fuerza. Mientras los misteriosos acontecimientos siguen sucediendo, Jasna se siente cada vez más atraída por el enigmático Dušan... que no me preguntéis quién es, pero lo que es seguro es que no podía faltar. :)

Te gustará si te gusta... Kristin Cashore. Especialmente su "Graceling", pero también "Fuego", que es sin duda mi favorito. Y es que ambas autoras se caracterizan por poner al alcance de los lectores y lectoras jóvenes literatura fantástica de calidad, ambientada en mundos imaginarios originales y ricos; pero en los que, al mismo tiempo, los personajes están tan llenos de vida que lo verdaderamente importante son esos sentimientos universales de los que antes hablábamos. Sin que falte, por supuesto, el punto de romance y unas cuantas aventuras.

Otro punto en común, nada desdeñable para los que a veces nos cansamos un poquito de las trilogías y sagas (pero sólo a veces), es que sus obras son autoconclusivas, si bien se ambientan en un mismo universo fantástico, tan maravillosamente creado que eso no puede ser sino un valor añadido y un punto más a su favor. Evidentemente, ahora mismo hablo de Cashore que, ya puestos, tengo que decir que me parece superior como escritora a Blazon, por lo menos hasta donde yo puedo comparar. Pero es que, según parece, también la autora alemana ha escrito una nueva historia ambientada en el mundo de "Embrujo", en la que recupera a personajes secundarios de esta novela como la cazadora Moira y que además, según dice ella misma, permitirá saber algo más de lo que les sucedió a Jade y Faun tras el final del libro a aquellos capaces de leer entre líneas o juntar las piezas del puzzle.

En cuanto a la obra de la propia Kristin Cashore, para que la recomendación (que lo es) sea completa, decir que está ambientada en los Siete Reinos, un mundo en el que la naturaleza y la magia han permitido que nazcan personas con aptidudes especiales, "poderes" podríamos llamarlos, aunque en sus tierras son conocidos como "gracias". De ahí precisamente lo de "Graceling" (palabra que da título a la primera novela de la autora), nombre que reciben las personas que nacen con uno de esos talentos extremos. En la época retratada en este primer libro son muy pocos y encontrarlos es bastante inusual; se les teme por ser diferentes y, a menudo son explotados por sus extraordinarias habilidades. Se les reconoce por tener heterocromía (cada ojo es de un color distinto) y sus poderes pueden adoptar las más variadas formas: conseguir que alguien haga lo que tú quieres, detectar las mentiras, o matar. Katsa descubrió su “gracia” a los ocho años, cuando intentaron ultrajarla. Ese día aprendió que podía matar. Y desde entonces no ha parado, poniendo su talento al servicio del cruel rey Randa, su tío. Pero Katsa, ahora una adolescente y en medio de la confusión propia de esa edad, conoce a Po, un joven que al igual que ella, también tiene sus poderes. Y eso hará temblar las bases de su mundo y sobre todo, la lealtad al rey; una oportunidad de redención para la temible asesina...

"Fuego", por su parte, se ubica temporalmente treinta años antes de los hechos narrados en "Graceling" y, sin ser directamente una precuela, lo cierto es que ofrece información y pistas muy valiosas para entender mejor la anterior novela; en cuanto al aspecto espacial, la acción transcurre en las montañas del este de los Siete Reinos, en Vals, donde los monstruos son mucho más frecuentes que en otras zonas. La protagonista, Fuego, es el último monstruo del Reino con forma humana, poseedora de una belleza que encandila (pues en este mundo todos los monstruos son hermosos y de ello se sirven), y odiada por ser diferente y poseer habilidades sobrenaturales. Sin embargo, su habilidad para leer y controlar las mentes humanas a su voluntad, lo que precisamente para algunos la convierte en una amenaza, representa para otros la oportunidad de contar con un arma de valor incalculable. Y eso llevará a Fuego a verse en medio de complejas luchas de poder y conspiraciones palaciegas... Una novela de fantasía para jóvenes y no tan jóvenes francamente buena, en la que se tratan con originalidad temas frecuentes del género como el equilibrio entre el bien y el mal y los consecuentes dilemas morales, así como la diferencia entre voluntad y obligación, que también mantendrá en vilo a los románticos durante la lectura.

Y ya que estamos con lo de las recomendaciones, y metidos en materia de la iniciación a lo fantástico, me parece más que oportuno incluir aquí la trilogía de 'Abhorsen' de Garth Nix, compuesta por las novelas "Sabriel", "Lirael" y, como no, "Abhorsen", siendo este último mi único título pendiente, pues parece imposible encontrarlo en la biblioteca. Una serie muy original y amena, en la que no falta la magia, la clarividencia y los espíritus poderosos encarnados en forma animal y que ha sido premiada en repetidas ocasiones en el país de origen de su autor, Australia.

La primera parte, cuyo título se corresponde con el de la heroina, nos cuenta la historia de Sabriel, una joven que ha vivido siempre alejada del Reino Antiguo, donde la magia es el pan de cada día, pero que se ve obligada a viajar desde su colegio en Ancelstierre porque su padre, el mago Abhorsen, ha desaparecido. En su viaje le acompañarán el cínico Zapirón, un curioso gato negro que abre más la boca para hablar que maullar, y Piedra de Toque, un singular joven que ha pasado los últimos años (cientos, de hecho) convertido en el mascarón de proa de un barco abandonado. Sabriel también contará con la ayuda de las siete campanas que los magos Abhorsens utilizan para mantener a raya a los muertos y los espíritus malignos; uno de los elementos más destacables de la historia, por cierto, y del que mejor recuerdo guardo por esa perfección que tienen las cosas que, en su sencillez, resultan más originales.

Los dos tomos siguientes dela trilogía, "Lirael" y "Abhorsen" transcurren años más tarde. En ellos, vemos a Sabriel y Piedra de Toque (pues sí, hay romance) gobernando un pacífico Reino Antiguo, donde el tiempo de tranquilidad llega a su fin en el comienzo de "Lirael". Una vez más, el título se corresponde con el de la protagonista de esta historia: una joven que se ha educado entre las clarvis, aunque nunca se ha sentido verdaderamente hija suya. Lirael no tiene el don de la clarividencia, derecho de nacimiento de las clarvis, por lo que se siente diferente, insegura de su identidad. Acompañada de su fiel amiga, la "Perra Canalla", y bajo la creciente amenaza de un mal milenario, Lirael debe embarcarse en una misión desesperada. En sus manos está el destino del Reino Antiguo.

En "Abhorsen", el cierre de la trilogía, un antiguo núcleo del mar ha resurgido liberado de su prisión subterránea e intenta escapar de los hemisferios de plata que lo tienen retenido e impiden que afloren sus poderes terribles. Lirael, recientemente nombrada Futura Abhorsen, sabe que el destino del mundo está en sus manos. Con la ayuda dudosa de sus compañeros, Sam, la Perra Canalla y Zapirón, Lirael emprende una misión peligrosa. La respuesta se halla en algún lugar de la Vida o la Muerte (bastante literal tratándose de esta trilogía). Pero, ¿será capaz una antigua ayudante de bibliotecaria de descubrir la manera de vencer al Destructor antes de que sea demasiado tarde?

Lo dicho: imaginación en estado puro, y originalidad incluso en lo tópico.


La literatura alemana y lo juvenil fantástico.

Pues sí, parece que ese es el tema del día: lo juvenil fantástico... que sin duda es un término que existe pero, si no, lo cierto es que a mí me viene que ni pintado tanto para etiquetar este "Embrujo" como para utilizarlo en contraposición al tan cacareado 'JR' (juvenil romántica), que el libro de Nina Blazon no llega a ser del todo, aunque no le falten los elementos propios del género: el chico, la chica, el romance difícil sino imposible...

En un mercado literario copado por los autores y obras de origen anglosajón, y en esto no existe distinción de géneros que valga, lo cierto es que siempre resulta agradable ver cómo las novedades editoriales (o no tan novedades, según el caso) procedentes de otros países se abren paso. Así, la entrada anterior estaba dedicada a un thriller sobrenatural francés, tema y nacionalidad que puedo adelantar ya que se repetirán en breves, y la de hoy a una obra juvenil alemana. Lo que me ha llevado a darme cuenta de la buena salud que siempre ha tenido este tipo de narrativa en el país germano, empezando ya por los propios hermanos Grimm. Y, como siempre digo en estos casos, para muestra tres botones:

* Sin duda autor de referencia para los niños (y no tan niños) de varias generaciones, Michael Ende es el paradigma alemán de lo fantástico. Desde su primer libro, "Jim Botón y Lucas el Maquinista" (mi hermana y yo lo leíamos hasta la saciedad y nunca nos cansábamos de él), pasando por "El Ponche de los Deseos" hasta llegar a "Momo", una fábula crítica sobre el consumismo y el modelo economicista del tiempo, es el suyo un universo tan rico como original, cargado de personajes de esos que, en su aparente sencillez y completa credibilidad, forman parte del imaginario de muchos adolescentes de otras épocas.

Los mismos que, sin duda, disfrutaron lo indecible con las aventuras de Bastian y Atreyu en Fantasía en "La Historia Interminable", probablemente su obra más conocida. Ésa que cumple ya los treinta y dos años, pero por la que parece no pasar el tiempo, por más que tengo que decir que las adaptaciones cinematográficas nunca me han entusiasmado en demasía. La Emperatriz Infantil, el ÁURYN (siempre con mayúsculas), Fujur el dragón blanco de la suerte... son personajes tan inolvidables como esos otros pequeños detalles peculiares de un libro en el que cada capítulo se inicia con una de las letras del alfabeto y que suele presentársenos escrito en tinta de dos colores: la roja de lo real y la verde de lo fantástico. Rojo y verde, exactamente igual que los ojos de la retorcida hechicera Xayide.

* Tampoco le falta imaginación a Cornelia Funke, autora alemana de libros infantiles y juveniles especialmente conocida en nuestro país por su trilogía "Mundo de Tinta", aunque últimamente le ha dado por otro mundo, el "Mundo del Espejo", que se oculta precisamente detrás de estos objetos cotidianos (como en Alicia...) y en el que los cuentos de la infancia cobran vida.

Personalmente, sólo me he leído "Corazón de Tinta", la primera parte de la trilogía correspondiente, que se completa con "Sangre de Tinta" y "Muerte de Tinta", y que fue adaptada al cine hace unos años con Brendan Fraser en el papel del padre de la pequeña protagonista (y protagonista él también), Meggie. La premisa fundamental de esta serie, verdaderamente fascinante para los amantes de los libros, es que las historias que se encierran entre las páginas de éstos pueden cobrar vida gracias a la extraordinaria capacidad lectora de algunos de sus personajes principales; pero es precisamente el mal lo que cobra vida, motivo por el cual Mo, el padre de Meggie, nunca le ha leído un cuento. Personajes muy humanos en una obra que es un claro homenaje a la literatura, tanto como a la propia "La Historia Interminable", por eso de la novela dentro de la novela. De hecho, cada capítulo comienza con una cita de alguna obra clásica infantil y juvenil, siempre relacionadas con lo que sucede; sin que falten, por otra parte, continuas menciones a personajes y situaciones pertenecientes a otros grandes libros... Tal vez un poco infantil para el gusto de algunos (entre los que puede que me incluya), pero no por eso menos intersante o valiosa.

* Kerstin Gier es una de las últimas autoras revelación del género fantástico juvenil (o juvenil fantástico: tanto monta...) en Alemania, especialmente en ese punto en el que éste entronca con el 'JR', pues Gier destaca precisamente por sus novelas para jóvenes adultos, con grandes dosis de romance y pensadas para un público femenino. Aunque su obra es muy amplia en lengua germana, su novela más internacional, y precisamente con la que se ha dado a conocer no hace mucho en el mercado nacional, es "Rubí", primera parte de una trilogía (otra más) cuya continuación ("Zafiro") se publicó hace un par de meses. Por cierto que la tercera parte se titula "Esmeralda"...

Esta trilogía, todo un fenómeno adolescente en su país que empieza a traspasar fronteras, se identifica bajo el eslogan: "El amor recorre todos los tiempos". Y es que, en efecto, el punto clave de toda la trama son los viajes en el tiempo, que aquí se nos plantean como una habilidad de transmisión genética. Todo parecía indicar que la portadora del gen de los viajes en el tiempo era su prima Charlotte, tan inteligente, educada y repelente como todas las niñas bien. Sin embargo, un buen día Gwendolyn siente vértigo y al cabo de unas horas percibe que el mundo a su alrededor ha cambiado y se parece sospechosamente a la ambientación de una película histórica. Así es como Gwen pasa de ser una chica normal a convertirse en Rubí, la última viajera en el tiempo que debe llevar a cabo una importante misión: visitar a los viajeros de otras épocas para pedirles que la ayuden a descubrir un misterioso secreto. No será fácil, pues algunos de ellos se niegan a colaborar por motivos extraños.

Por fortuna, Gwen no está sola en sus viajes: la acompaña Gideon, un atractivo joven de dieciocho años que también puede desplazarse a otras épocas, con la diferencia de que él recibió la preparación adecuada desde pequeño y no le llegó todo de sopetón como a nuestra protagonista. Estar al lado de alguien que sabe lo que se hace resulta tranquilizador, pero cuando te tratan como a una niña y hacen gala de prepotencia la relación entre ambos puede volverse un poco irritante... y ahí es donde se introduce el elemento 'JR' que, junto con la portada de la edición en español de la primera parte, rosa y con corazoncitos, puede inducir a error respecto a la verdadera naturaleza de esta saga.

Y es que parece que con "Rubí" pasa exactamente lo mismo que con "Embrujo": que se resaltan demasiado aspectos secundarios o accesorios en una trama más compleja de lo que parece. Desde luego, la premisa de los viajes en el tiempo no es mala en absoluto: claro que todo depende del tratamiento que se le dé al tema. Tal vez salgamos de dudas en un futuro no muy lejano, puesto que Gier está en mi lista de posibles lecturas futuras.
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Proximamente: "Fantasmas", de Joe Hill

sábado, 23 de abril de 2011

2011-40: "Una Voz en la Niebla", de Laurent Botti

'Algún día, cosas terribles...'


Título: "Una Voz en la Niebla"

Título original: "Un jour, des choses terribles...".

Autor: Laurent Botti.

Editorial: Grijalbo.

Año: 2007 (2009 de la edición en español).

Páginas: 585.

Género: Thriller sobrenatural.


Frase promocional: "Un autor de intrigas góticas que se alimenta de la tinta más negra de Stephen King." -Paris Match.


Sinopsis:

Algún día sucederán cosas terribles
y ya nada volverá a ser como antes.

Una densa niebla cubre la enigmática ciudad
francesa de Laville-Saint-Jour.
Una niebla que en ocasiones adquiere formas
amenazantes y que hace años envolvió un
espeluznante caso de niños desaparecidos
aún sin resolver.
Ahora, un niño de doce años y un comisario
de policía se unen para evitar que nuevamente
la niebla sepulte en el olvido una sucesión de
trágicos acontecimientos.


Poco después de la muerte de su hermano pequeño, Bastien, de doce años, empieza a recibir extraños mensajes en su ordenador; unas palabras que le aterrorizan y reavivan los susurros que escuchó en su cabeza en el momento en que su hermano fue atropellado: "Algún día sucederán cosas terribles y ya nada será como antes".

En una ciudad envuelta permanentemente por una angustiosa niebla que todo lo cubre, un terrible caso de niños desaparecidos -que había ocurrido años atrás- vuelve a salir a la luz con la aparición de nuevos cadáveres y el renacer de antiguas sospechas. Un taciturno comisario se hace cargo de una investigación cuyas claves podrían estar muy cerca de aquello que Bastien, implicado en ella aunque no quiera, más teme: los susurros que pueblan la niebla.

Laurent Botti irrumpe en el mercado español con esta novela, una intriga asombrosa con matices fantásticos que se ha consagrado como un verdadero best seller en Francia y ha llevado a su autor a ser considerado como el heredero de escritores tan insignes como Stephen King y Georges Simenon.


Puntuación: 3,5/5

A menudo, ir a la biblioteca se parece a ir al supermercado: haces una lista con los artículos deseados, sabes lo que vas a buscar y, por lo tanto, te diriges directamente a la sección o estantería donde sin duda encontrarás lo que quieres o necesitas. Otras veces, tal vez no tengas las cosas tan claras, pero te mueves guiado por un determinado conocimiento: un escritor que te gusta, un título que te suena, ése del que oíste buenas referencias, ¡por qué no! Y luego están aquellas ocasiones en las que te limitas a pasearte entre los estantes y dejas que una portada, un título o cualquier otro elemento llame tu atención... y entonces pueden pasar dos cosas: que eches al carrito algo por probar, y te lleves una decepción porque el sabor te desagrada, o que, por el contrario, te encuentres alguna delicatessen inesperada.

Probablemente, calificar "Una Voz en la Niebla" de delicatessen, por más que la palabra venga muy al caso dada la nacionalidad del autor, sea exagerar un poquito. Y, sin embargo, he de decir que para mí ha sido todo un descubrimiento, especialmente si se tiene en cuenta que nunca había oído hablar ni de la novela ni de Botti (al menos, que sea consciente de ello), aunque tampoco estoy muy segura de qué fue exactamente lo que me hizo echar mano a este libro de entre todos los posibles.

¿Sería por su grosor? Sí, ya se sabe que me gustan las novelas entraditas en carnes. ¿Por lo que se adivinaba del diseño de la portada? Puede ser: ciertamente evocador, aunque no tenga demasiado que ver, a la postre, con lo que encierran sus páginas. ¿O acaso por el título? Ese que sugiere, pero recuerda tal vez en demasía a una novela de Mary Higgins Clark; y que, todo sea dicho, desmerece en gran medida de la versión original, ese mucho más insinuante (y escalofriante) "Algún Día, Cosas Terribles..." Sea como sea, está claro que lo verdaderamente determinante, como siempre, fue la sinopsis; y tal vez las alusiones a Stephen King, por más que, en efecto y como algunos señalan (y a menudo yo soy la primera que lo dice), tal tipo de referencias no sean más que un recurso de puro marketing (el mismo que, por otra parte, sin duda explica la traducción anterior, pues King y niebla... ¡ya se sabe!).

Así pues, al encontrarme con este libro en la biblioteca tuve la sensación de que podría proporcionarme exactamente la clase de lectura y sensaciones que no hace mucho buscaba entre las páginas de "La Criatura de la Noche" de Kate Thompson... y no me equivocaba. Lo cual hace que este sea un buen momento para remitir a cualquier interesado a la entrada correspondiente, donde tanto espacio dediqué no hace mucho al 'lo que podía haber sido y no fue, o fue sólo en parte'. Porque "Una Voz en la Niebla", como diría Frank McCourt, lo es.

Y os estaréis preguntando, ¿qué es? Pues una historia de ésas que enganchan, en las que el thriller se tiñe con tintes sobrenaturales y el lector se sumerge por completo en una atmósfera inquietante y opresiva, a tal punto que cuando vuelve al mundo real éste se le antoja por un momento excesivamente nítido y luminoso. Y es que, en efecto, la ambientación de la historia es uno de los elementos característicos, y también más acertados, de esta novela: una ciudad envuelta en una niebla ominosa y sibilina que anuncia cosas terribles (¡qué, si no!) en esos días en los que se vuelve impenetrable.

Una ciudad con un pasado terrible del que, en realidad, nadie salvo sus verdaderos protagonistas sabe de la misa la media. Brujería, misas negras, un enclave de poder en el que cualquier cosa puede pasar al amparo de las sombras... Antiguas tradiciones que se remontan a lo largo de los años, varios siglos, y herencias familiares que implican un aprendizaje poco ortodoxo que comienza en la tierna infancia. Pero, sobre todo, un pasado que parece no ser tan pasado...

La narración entremezcla hábilmente el ritmo narrativo del thriller con elementos por completo característicos del género de terror fantástico y sobrenatural; en el que, por supuesto, no puede faltar la figura del niño con poderes, en la mejor tradición de Stephen King. Y, sin embargo, el papel de los niños aquí no se reduce simplemente a eso, ni el tratamiento que se da a los personajes infantiles es siempre el esperado por mor de su inocencia. Si bien es cierto que los personajes de Botti adolecen en ocasiones de una cierta falta de profundidad psicológica (el romance entre la profesora y el escritor, por cierto, demasiado manido y tópico), Bastien, nuestro joven protagonista, es probablemente el más logrado de toda la historia: una mezcla perfecta de madurez e ingenuidad, capaz de asombrarse ante la verdadera y terrible naturaleza del mundo que le rodea (como la niebla), pero también de adaptarse a esa inesperada y cruel realidad. Del mismo modo, por otra parte, que donde Bastien es luz su némesis, el inquietante César Mendel, es la perfecta encarnación de la oscuridad que caracteriza a Laville-Saint Jour, recordando en sus "mejores" momentos al villano del "Cuernos" de Joe Hill.

Por lo demás, no falta la acción en "Una Voz en la Niebla" y una estructura propia del género negro merced a la intervención del comisario Bertegui, el policía de fino olfato y buen gusto en el vestir al que se conoce, sin embargo, con el apodo de "El Jabalí" por su aspecto físico. Un personaje cuya evolución al final de la novela es uno de esos secretos que un lector con conciencia no puede revelar a otros posibles futuros lectores... por más que sea este un final que acaso pueda despertar suspicacias, pues sin que se sea del todo capaz de especificar porqué, lo cierto es que puede llegar a parecer que desmerece del resto de la historia. Por no mencionar que parece dejar las cosas dispuestas a la perfección para una posible secuela... secuela que, por otra parte, y hasta donde he sido capaz de averigurar, el autor no ha escrito hsata la fecha; aunque cuáles sean sus intenciones al respecto ya es otra cosa

En definitiva, una buena lectura, en la línea de "It", de Stephen King o del "Un Verano Tenebroso", de Dan Simmons. Intriga, escalofrío y, sobre todo, diversión y puro entretenimiento.


Laville Saint-Jour

Como ya he dicho, la ambientación es tan importante en esta novela que, de hecho, uno tiene la impresión de que Laville Saint-Jour es casi más un personaje que puro escenario de la acción. Y no es sólo que a mí me lo parezca, sino que es el propio autor el que así lo reconoce, a tal punto que llega a decir de este "Una Voz en la Niebla" que se trata, en efecto, de la segunda parte de las aventuras de Laville Saint-Jour.

De hecho, su primera novela, 'Pleine Brume' (algo así como 'Cubierto por la Niebla', aunque más literal sería 'Niebla Espesa') estaba ya ambientada en esta sombría ciudad de ficción que, si bien como personaje podría asemejarse a una encarnación del mal, casi un remedo del verdadero malo de esta película, en las guías turísticas se describe como una joya del gótico en un oasis verde, característica por su arquitectura única y su calidad de vida basada fundamentalmente en la existencia de grandes viñedos, pero también por su clima particular, derivado de su posición geográfica: la ciudad está rodeada de mesetas elevadas. Y, así, desde octubre hasta finales de marzo, a veces incluso desde antes, ya a finales de verano, una niebla persistente, nuestra famosa amiga y también protagonista, se instala sobre la población.

Y decimos de ficción porque, aunque la duda es lógica dadas las circunstancias, lo cierto es que resulta imposible encontrarla en ningún mapa del país vecino. Dejemos una vez más que sea el propio autor el que nos lo aclare, tal y como lo hizo en su día a Pilar Alonso en una entrevista concedida para la web literaria 'Anika Entre Libros':

"No, Laville Saint Jour nunca ha existido aunque está fuertemente inspirada en mis conocimientos sobre Borgoña, donde pasé gran parte de mi infancia. De ahí que muchos lectores borgoñeses hayan señalado el realismo del entorno. Aunque mis descripciones sobre el fenómeno de la niebla sean exagerados, la atmósfera es muy próxima a ciudades como Beaune, Nuit Saint Georges, etc... pequeñas villas muy burguesas de Borgoña que han hecho su fortuna entre otras cosas con el vino. Las referencias históricas contenidas en la novela están igualmente muy documentadas."

En cuanto a la vertiente histórica, pues, Botti nos cuenta que Laville Saint-Jour no era, al principio, más que una aldea; y ni siquiera una cuyo origen se remontase a un pasado galorromano, contrariamente a lo que sucedía con muchas otras de los alrededores. Por el contrario, los primeros habitantes de Laville fueron los Desolladores, una de esas Grandes Compañas que en la Francia del Medievo se dedicaban al bandidaje, caracterizada por estar compuesta únicamente por mercenarios, a cuya cabeza había nobles, a menudo antiguos caudillos de guerra. Ellos fueron los que construyeron las primeras casas, quienes trazaron los primeros caminos y dibujaron los primeros planos de la ciudad sin que lo supiera casi nadie, de tal modo que Laville empezó a existir, desde el principio, fuera de la legalidad y al margen del resto del mundo, siendo construida sobre cimientos de sangre... en principio, metafóricamente hablando, aunque con el tiempo tal expresión acabaría por adoptar un significado mucho más literal.

Y, así, Laville siguió siendo un pueblo perdido entre la niebla hasta el siglo XV, cuando supuestos adoradores del demonio que huían de Arras hallaron refugio en los limbos del otoño villense...


La Vauderie de Arras

Empecemos por aclarar conceptos. ¿Qué es una 'vauderie'? Aunque los 'vaudois' fueron un grupo religioso herético condenado por la Inquisición desde finales del siglo XII, la palabra 'vauderie' se aplicó a las persecuciones de judíos, brujos, herejes y todo tipo de sospechosos de tratos con el diablo. El crímen de brujería durante este periodo en Francia frecuentemente se designaba como "Vauderie", Walderismo, debido a una aparente confusión con los seguidores del hereje Pedro Waldes; una confusión entre "hechicería" y una forma particular de herejía que estaba destinada, desafortunadamente, a colocar a un mayor número de personas bajo el celoso escrutinio de los inquisidores

La Vauderie de Arras destaca como uno de los más sangrientos e injustificables ejemplos de esta clase de procesos de toda la Historia, además de ser conocida como la primera cacería masiva de brujas de la que se tiene constancia. Cuenta precisamente la historia que todo empezó con la detención de un ermitaño miembro de un pequeño grupo de protestantes que se había apartado de la Iglesia católica. Comenzaron entonces las torturas para obtener confesiones o sumisión, y aquellos castigos eran de tal naturaleza que las víctimas eran capaces de confesar cualquier crimen con tal de no seguir siendo objeto de las brutalidades de los torturadores. Cuenta la historia también que afortunadamente para los no católicos, Arras era el centro del comercio y la producción de aquel tiempo y por supuesto llegó un momento en que los comerciantes extranjeros comenzaron a asustarse de lo que ocurría y esto lógicamente empezó a causar pérdidas a la pujante economía “arrense”.

Siendo así, el Duque de Borgoña intervino y por orden del parlamento y del obispo todos los prisioneros fueron liberados y terminó entonces la cacería de brujas… al menos, en Arras.

Pero como resultado de tal proceso, que a menudo se ha descrito como una lucha de poder entre los duques de Borgoña y Luis XI, la oposición de dos poderes fácticos que tuvo lugar en el terreno judicial, se produjo una huída masiva de notables caídos en desgracia, pero aún muy adinerados; y fueron estos precisamente los que encontraron refugio en la Laville de Laurent Botti y los que, movidos por el odio y la ira, habrían iniciado a los Desolladores en sus prácticas heréticas de adoradores del diablo.

Es este, el de la Vauderie de Arras, un episodio histórico que, además de servir de inspiración para la creación del escenario de algunas de las novelas de Botti, ha sido objeto de atención por parte de otros escritores, convirtiéndose en el eje central de más de una novela por el interés de su temática.

Uno de los más conocidos es "Una Misa por la Ciudad de Arras", del polaco Andrzej Szczypiorski (¡vaya con el apellido!) en la que se relata con rigor histórico lo sucedido en la ciudad, que vivía floreciente y temerosa de Dios tras la Guerra de los Cien Años y antes de la epidemia de peste de 1458. Aislada por orden de las autoridades religiosas de Utrecht, el hambre, la enfermedad y una vorágine de depravación y sacrilegios castigaron a sus habitantes. Tres años más tarde, ni el silencio ni la férrea tutela religiosa del padre Albert sobre los miembros del Consejo, han logrado borrar el recuerdo del horror. Atribuyéndolo a causas demoníacas, los ciudadanos comienzan a buscar la propia salvación en la condena de los otros. Empieza así una de las más crueles y demenciales persecuciones de judíos y herejes: nuestra Vauderie de Arras. El joven Jan, ciudadano de cierta posición y predilecto de la corte, nos guiará a través del dantesco escenario de esta crisis de fe individual y colectiva, en la que la villa de Arras se debate entre el fanatismo iluminado del padre Albert y el hedonismo pragmático del obispo David, hijo bastardo de Felipe el Bueno, duque de Borgoña.

Con vocación de ensayo histórico, destaca 'La vauderie d'Arras: une chasse aux sorcières à l'automne du Moyen-Âge' de Frank Mercier, utilizado a menudo en círculos académicos como fuente de referencia en seminarios sobre demonología y temas afines; pero del que, desafortunadamente para posibles interesados, no existe traducción al castellano, así que poco es lo que podemos decir sobre esta obra.

En cualquier caso, va siendo hora de volver a centrarnos en "Una Voz en la Niebla", que, a pesar de las referencias históricas, poco o nada tiene que ver en realidad con temas tan serios y sesudos pues, como ya se ha dicho, se trata de literatura de fácil consumo y digestión, más cercana a un blockbuster que a cualquier otra cosa.


Escalofríos infantiles...

* En caso de fallecimiento repentino (pág. 152).

* El gato... (pág. 203).

* 'PAPÁ' (pág. 431).


Palabras entre la niebla...

* "Cuando se ama, a veces creemos ver el objeto de nuestro deseo a cada paso. Esto es aún más cierto, y últimamente lo sabía bien, cuando se odia." (Pág. 51).

* "Un poder es algo que puedes controlar. Y que te ayuda. Un poder es como tener un triunfo en la mano." (Pág. 293).



Otras obras del autor

Laurent Botti, nuestro autor, de nombre original Lawrence Talnot, es licenciado en Derecho y Ciencias de la Comunicación. Es un escritor consolidado en Francia, cuyas obras tienen ventas de auténticos best-seller y que antes de dedicarse a la literatura hizo incursiones en los sectores de la prensa y la edición. Pasó su infancia entre Frania y Marruecos y actualmente vive en Barcelona.

Ha publicado seis novelas, las cuales se caracterizan por su habitual mezcla de lo cotidiano y lo sobrenatural, si bien sólo dos de ellas han sido traducidas hasta la fecha a nuestro idioma. La primera, y por lo tanto carta de presentación de Botti en España, es la que hoy nos ocupa: la inquietante y amena "Una Voz en la Niebla".

La segunda, cuyo lanzamiento ha tenido lugar hace apenas dos o tres meses y, por lo mismo, novedad editorial de 2011, lleva el título de "Pasaje al Infierno", y vuelve a repetir la fórmula de combinar la crudeza de la realidad con los fenómenos paranormales, abordando esta vez un tema siempre de triste actualidad como lo es el de la violencia doméstica (o de género, aunque ese es un término que a mí no me acaba de gustar del todo).

La vida de David es un infierno. El compañero sentimental de su madre es un policía corrupto y violento que la maltrata continuamente y que ha amenazado reiteradas veces con matarla si intenta abandonarlo. Una mujer al borde de sus fuerzas, que sobrevive por el incondicional amor hacia su hijo, el pequeño David. Un niño que respira el miedo en su hogar cada día de su vida pero que ha nacido con una extraordinaria cualidad, un talento inusitado, una anomalía que hace de su memoria algo formidable y que le permite ver el futuro a corto y largo plazo. Y, así, David ha anticipado un número de lotería que confiesa a su madre: un billete ganador que es el pasaporte a una vida nueva, al otro lado del mundo, a salvo del miedo, la violencia y la humillación.

Pero ese billete ganador se convertirá en un pasaje al infierno que los llevará a un viaje muy distinto, en el que madre e hijo se convierten en prófugos de la justicia y la policía así como en objetivos de la mafia y de una secta. Y entre tantas persecuciones y huidas, el privilegiado cerebro de David no ha hecho más que empezar a andar…

Un héroe silencioso, una madre desesperada, dos investigadores tenaces y unos mafiosos violentos. Botti firma una narración vertiginosa e imprevisible: secuestros, asesinatos, sospechas y persecuciones. Una espiral terrorífica descrita con férreo pulso literario. Un thriller que no da respiro... ¡No tiene mala pinta!


Te gustará si te gusta... Stephen King, en general, pues la comparación, por una vez, no es ociosa ni pura cuestión de marketing; "It", en particular, aunque no únicamente... También "Un Verano Tenebroso" de Dan Simmons (sí, me repito, pero es cierto).

Para añadir otro nombre a la lista, "Niños Perdidos" del genial Orson Scott Card (otro de mis autores favoritos), alejándose de la ciencia ficción o la fantasía en este caso para sumergirse en el terror de lo cotidiano. Paralelismos más que evidentes en una historia en la que también hay niños (los vivos y los muertos) y fenómenos sobrenaturales y que, siendo su autor el que es, resulta siempre recomendable. El programador de juegos de ordenador Stop Fletcher se muda, junto con su familia, a Steuben, un pueblecito de Carolina del Norte (EE.UU.). La familia, de religión mormona (como el propio Card, y tal vez por eso se insiste en que ésta es su novela más autobiográfica), deberá superar los problemas de la vida cotidiana, agravados por la necesidad de integrarse en el nuevo trabajo, en la nueva escuela y en la nueva comunidad. Pero la preocupación de los Fletcher por sus hijos se convertirá en espanto y terror al saber que varios niños han desaparecido de Steuben y que, ¡terrible descubrimiento!, esos "niños perdidos" tienen especial relación con su hijo mayor Stevie.


Terror infantil: los niños y lo sobrenatural

Tranquilos, que esta vez omitiremos las dos referencias de costumbre: después de todo, ya ha quedado claro cuales son dos de mis preferidas dentro de este subgénero y, además, y como ya he dicho, para los interesados ahí está la entrada dedicada a "La Criatura de la Noche"... Ello por no mencionar, por supuesto, que existen suficientes ejemplos, tanto clásicos como modernos, como para que tampoco sea necesario seguir repitiéndose.

* Como clásico es, en efecto, ese icono de las historias de fantasmas que es "Otra Vuelta de Tuerca" de Henry James, publicado por primera vez el 13 de octubre de 1898 pero por el que, sin embargo, y dejando a un lado cuestiones temporales y de ambientación, parecen no pasar los años, y cuya influencia es por otro lado evidente en obras contemporáneas como "Los Otros" de Amenábar. Una historia que se presta a interpretaciones merced a la naturaleza de su narradora: los fantasmas, ¿existen, se manifiestan, existen dentro o fuera de la cabeza de la institutriz, no existen...? Pues, en efecto, es nuestra protagonista una institutriz que acude al cuidado de dos niños (por supuesto) en una vetusta mansión victoriana. Lo que en principio parece un cometido agradable derivará en una situación de pesadilla. Los niños viven impactados por un pasado inmediato en el que la anterior institutriz, la señorita Jessel, y Peter Quint, el criado y ayudante de cámara del patrón (el tío de los niños) mantenían una turbia relación. La vida junto a la institutriz y su muerte posterior han dejado en ellos una huella indeleble. La novela se desarrolla en un ambiente de latente angustia por la presencia de ánimas. La protagonista de la historia, al tratar de ayudar a los niños, comienza a percibir las apariciones de los fantasmas de la anterior institutriz, muerta en extrañas circunstancias, y del criado...

* También habrá quien considere un clásico "El Talismán" de Stephen King (sí, él otra vez) y Peter Straub: una novela que va ya camino de los treinta y que ha sido descrita como una pesadilla juvenil, una historia de mundos paralelos, peligros adultos y enfrentamientos mágicos que marcarán el destino futuro del joven Jack Sawyer, su protagonista de doce años que algo tiene del Bastien de Botti... o viceversa. Una extraordinaria novela de iniciación sobre la lealtad, el terror y lo desconocido que se diferencia de "Una Voz en la Niebla", sin embargo, por lo fantástico del ambiente en el que se desarrolla la acción. Un solitario y entristecido niño de doce años, Jack Sawyer, huérfano de padre y casi de madre, vaga erráticamente por las playas de la costa de New Hampshire, sin saber exactamente qué hacer con su vida. En uno de los interminables paseos, traba amistad con un viejo hombre negro que da un giro radical a su existencia al revelarle a Jack que existe otro mundo, u otros mundos, a los que poder saltar desde el nuestro. Y es más, Jack debe iniciar su camino hacia ese otro mundo – Los Territorios – si quiere salvar la vida de su madre y, de paso, la de la Humanidad entera. Su destino es buscar el Talismán, e impedir que caiga en las manos inadecuadas. Así, inicia su periplo entre Los Territorios y nuestra propia Tierra, en un camino lleno de trampas que es a la vez viaje iniciático, cruzada contra el mal y relato de fantasía.

No de mis favoritos, lo admito, tal vez por sus innegables puntos en común con la saga de "La Torre Oscura", pero igualmente una obra interesante y, sobre todo, amena incluso en su extrañeza relativa. Todo lo cual puede decirse igualmente de su continuación, surgida de las plumas de ambos autores dieciséis años después bajo el título de "Casa Negra", en la que nos encontramos ahora con un Jack veinte años más viejo, y convertido en detective, enfrentado a los crímenes de un asesino apodado "el Pescador". Y, según dicen, aún se plantea la posible publicación de una tercera entrega.

* Hay ciertos puntos en común evidentes, por otra parte, entre la anterior novela y "Perdidos", de Peter Straub, que sin duda algo tienen que ver con la autoría de ambas obras, y que van más allá del hecho de que ambas sean historias de terror de fácil lectura, aunque no especialmente innovadoras o memorables, si bien "Perdidos" es una obra mucho más humana. Una historia en la que se entremezclan los asesinos en serie con las casas encantadas y en la que no faltan muertes y desapariciones. En el pueblo de Millhaven, una mujer se suicida sin motivo aparente. Una semana más tarde, su hijo de quince años, Mark, se esfuma de la faz de la Tierra. Tim Underhill, escritor de novelas de terror, (igual que Nicholas Le Garrec en "Una Voz en la Niebla", por cierto) viajará desde Nueva York para asistir al funeral de su cuñada e investigar la desaparición de Mark. Con la ayuda del excéntrico y genial detective privado Tom Pasmore, seguirá la pista a un pedófilo asesino que ya se ha cobrado varias vidas y descubrirá que poco antes de que su madre se suicidara Mark se había obsesionado con una casa abandonada, cuya terrible historia también puede tener que ver con el destino de Mark... Tal vez no imprescindible, pero sí satisfactoria.

* Terminaremos esta sección, y también esta entrada, con otra obra de la que no recuerdo demasiado, pues la leí hace ya unos cuantos años, pero de la que sí sé que me dejó buen sabor de boca en su momento: "El Alumno", de Patrick Redmond. Un título de referencia durante la lectura del que hoy nos ocupa por las similitudes entre su escenario principal y el Saint-Ex, la escuela a la que asisten los niños de Botti en Laville Saint-Jour; y en el que, por supuesto, no falta la aureola opresiva de una historia de terror en la que están presentes los fenómenos espiritistas tanto como la crueldad de la adolescencia. En el invierno de 1954, en el internado Kirkston Abbey de Inglaterra, Jonathan Palmer, un chico apocado y débil que suele ser el blanco de las bromas de sus compañeros de clase traba amistad con Richard Rockeby, un adolescente que no habla mucho y que sólo siente desprecio y odio a por todo el que lo rodea. Jonathan se siente tan atraído por su fuerte personalidad que, tras ser defendido por su nuevo amigo de los matones de turno, no se separa de él ni por un instante. Incluso empieza a sentirse más fuerte y valiente. Tras una sesión de Ouija una fuerza diabólica parece haberse cernido sobre el colegio; la locura invade a alumnos y profesores, hasta tal punto de que acaba con varias muertes. Cincuenta años después, Tim Webber, un ambicioso periodista en busca de fama, contacta con un ex-alumno de aquella promoción para averiguar la verdad sobre lo ocurrido, pero, ¿estará preparado para escuchar lo que ese hombre le va a contar? Otro recomendable, para no perder la costumbre.
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Proximamente: "Embrujo", de Nina Blazon